Cemeí Verdía, líder indígena de las autodefensas en la costa de Michoacán _el estado al occidente del país donde civiles se alzaron en armas en 2013 contra el cártel de los Caballeros Templarios_, fue detenido el domingo y acusado de portación de armas de fuego, informaron las autoridades.

Según un comunicado del Grupo de Coordinación Michoacán, integrado por fuerzas militares, federales y estatales y que se encarga de la seguridad en este estado, Verdía fue arrestado durante un «operativo interinstitucional de vigilancia» por portación de dos armas largas y una corta y por «otras conductas» relacionadas con «la destrucción de material electoral».

Sin embargo, la abogada de Verdía, Reyna Navarro aseguró a The Associated Press que las autoridades «le engañaron» porque le citaron para un trámite administrativo y aprovecharon para detenerle. Navarro añadió que «le pusieron más armas de las que traía» para que no pudiera salir bajo fianza.

Navarro indicó el domingo por la tarde que ya habían presentado un amparo, pero que temía que su cliente fuera trasladado a un penal de máxima seguridad.

Aunque este indígena nahua no era un líder tan conocido como el médico José Manuel Mireles, uno de los fundadores y el rostro público de las autodefensas que fue detenido por el mismo motivo en mayo de 2014, Verdía compartía su rechazo a la política del gobierno federal en Michoacán que, según decía, no estaba destinada a acabar con el crimen organizado.

Las comunidades de la costa del Pacífico de ese estado se alzaron en armas en 2014, un año después de otros territorios del interior pero con el mismo objetivo: Luchar contra el cártel de los Caballeros Templarios bajo el argumento de que las autoridades no podían garantizar su seguridad.

El gobierno de Enrique Peña Nieto desplegó en 2014 miles de efectivos en Michoacán para controlar el alzamiento, que en algunos lugares fue infiltrado por el crimen organizado, y comenzó a legalizar a algunos autodefensas, convirtiéndolos en «policías rurales» mediante un proceso que causó mucha polémica.

Algunos de los civiles en armas no consiguieron legalizarse pero no aceptaron desarmarse, y varios cientos de ellos fueron detenidos y encarcelados.

Verdía había sido objeto, además, de tres intentos de atentado, el último en mayo pasado y tras el cual acusó públicamente a las autoridades de Michoacán de complicidad con quienes intentaron mataron.

Irlanda Villa, policía rural de Coahuyana, localidad también de la costa michoacana, explicó a la AP que su comandante Héctor Zepeda y Cemeí Verdía habían sido citados en la localidad de La Placita para que llevaran a revisión dos vehículos blindados entregados por las autoridades.

Como Zepeda no pudo ir, por lo que «fui yo, y cuando llegué  _que llegué tarde_ ya se habían llevado a Cemeí, y los militares habían desarmado a los comunitarios».

La detención de Verdía tiene lugar dos días después de que el Tribunal Supremo de Michoacán, según consta en sus lista de acuerdos del pasado viernes, pusiera en libertad «por falta de pruebas» a 13 personas vinculadas a otro grupo de autodefensas, liderado por Luis Antonio Torres `El Americano’. Los 13 liberados habían sido acusados de los homicidios de 11 personas ocurridos en la localidad de La Ruana, en diciembre de 2014.

El gobernador electo de Michoacán, Silvano Aureoles, del izquierdista PRD, ha insistido en que desarmará a los civiles que continúan alzados, pero estos grupos _que ahora se concentran en la costa del Pacífico_ se niegan a aceptar un desarme porque dicen que eso les pondrá de nuevo en manos del crimen organizado.