Corea del Norte acusó este jueves a Estados Unidos de querer desatar una guerra atómica y amenazó con un ataque nuclear «preventivo», horas antes de una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU para reforzar las sanciones contra Pyongyang por un ensayo atómico.

 

El régimen norcoreano volvió a esgrimir este jueves la retórica belicosa. Recientemente ya había amenazado con denunciar el acuerdo de armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953.

 

«Puesto que Estados Unidos se dispone a desatar una guerra nuclear, (nuestras) fuerzas armadas revolucionarias (…) se reservan el derecho de lanzar un ataque nuclear preventivo para destruir los bastiones de los agresores», declaró un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano citado por la agencia oficial KCNA.

 

También advirtió que una segunda guerra de Corea era «inevitable» después de que Washington y Seúl se negaran a anular las maniobras militares conjuntas previstas la próxima semana.

 

El Rodong Sinmun, el diario oficial del partido único, blandió por su parte la amenaza de una «guerra termonuclear». «La guerra no se vería confinada a la península coreana», advirtió, refiriéndose al arsenal balístico del país, capaz, según él, de golpear el territorio estadounidense, sobre todo las islas del Pacífico.

 

El Consejo de Seguridad prevé reunirse este jueves por la mañana en Nueva York para votar un texto propuesto por Washington y Pekín que impone nuevas sanciones a Corea del Norte para impedir que consiga la tecnología necesaria para desarrollar sus programas nucleares y balísticos.

 

Se trata de congelar todo tipo de relación financiera, incluyendo las transferencias de fondos en efectivo, en el caso de que esta transacción facilite los intentos de Pyongyang por dotarse de armas atómicas y de misiles de largo alcance.

 

Desde el anuncio en febrero del tercer ensayo nuclear norcoreano, precedido por otros en 2006 y 2009, el Consejo de Seguridad anunció su intención de tomar las «medidas adecuadas» en una nueva resolución.

 

Según el embajador ruso en la ONU Vitali Churkin, la votación de la resolución que impone estas sanciones se celebrará a las 10H00 locales (15H00 GMT). Ninguno de los 15 países del Consejo pidió cambios importantes en el borrador del texto propuesto por Washington y Pekín, precisó.

 

Ya hubo varias tandas de sanciones contra Pyongyang desde 2006 en respuesta a ensayos nucleares o a disparos balísticos norcoreanos, pero no parecen haber surtido efecto sobre el régimen estalinista.

 

Ahora, la nueva resolución se propone cortar las fuentes de financiación de los programas nucleares y balísticos de Pyongyang, explican varias diplomáticos.

 

También aumentará las sanciones existentes, ampliando por ejemplo la lista negra de las empresas y de los responsables norcoreanos a los que se congeló sus haberes o no pueden viajar. Y se someterá a vigilancia a los diplomáticos norcoreanos.

 

En diciembre Corea del Norte lanzó con éxito un cohete que, según Pyongyang, tenía una finalidad espacial. En realidad fue, según los países occidentales, un disparo de prueba de un misil de largo alcance. Dos meses después, llevó a cabo su tercer ensayo nuclear que enfureció a la comunidad internacional.