Tras el más reciente anuncio con respecto al acuerdo político que la Unión Europea alcanzó frente a su pacto de migración y asilo, varias organizaciones sociales han expresado sus reparos. Desde Amnistía Internacional hasta Save the Children, hay quienes dicen que se debilitarán los derechos de los migrantes y de los solicitantes de asilo. En contraste, entidades internacionales, como la ONU, celebraron la decisión del bloque de países, aunque algunos políticos en su seno se mostraron escépticos.

El acuerdo establece que habrá “solidaridad obligatoria para los países de la Unión Europea reconocidos como sujetos a presión migratoria”, pero otros Estados miembros podrán “elegir entre reubicar a los solicitantes de asilo en su territorio y hacer contribuciones financieras”, aseguró el Parlamento europeo en su resumen del documento. Allí mismo se establece que “las personas que no cumplan las condiciones para entrar estarán sujetas a un procedimiento de control previo al ingreso, que incluirá identificación, recopilación de datos biométricos y controles de salud y seguridad, durante un máximo de siete días”.

Lo que algunos le critican a lo pactado es, por ejemplo, su viabilidad. “Los procedimientos fronterizos y las detenciones implicarán costes humanos muy elevados y mayores cargas administrativas para las autoridades nacionales”, afirmó el eurodiputado alemán Terry Reintke, copresidente del grupo de los Verdes. Pero, más allá de ello, se le cuestiona que pagar sea una opción frente a fortalecer los mecanismos de protección para quienes buscan nuevas oportunidades de vida fuera de sus países de origen.

Eve Geddie, directora de la oficina de instituciones europeas de Amnistía Internacional, citada por The Guardian, lo dijo: “El pacto, casi con certeza, provocará que más personas sean detenidas de facto en las fronteras de la Unión Europea. En lugar de priorizar la solidaridad a través de reubicaciones y fortalecer los sistemas de protección, los Estados podrán simplemente pagar para fortalecer las fronteras externas o financiar países fuera de la Unión Europea para evitar que las personas lleguen a Europa”.

En medio de ello, la organización indicó que el acuerdo político“provocará un aumento del sufrimiento de los solicitantes de asilo, refugiados y migrantes en cada paso de su viaje”. A través de una publicación en su página web, resaltó, además, que está destinado a “debilitar los derechos, a empeorar la legislación y a no abordar cuestiones urgentes en los sistemas europeos de asilo y recepción”.

Por su parte, Save the Children dijo que el acuerdo “conducirá a violaciones flagrantes de los derechos de los niños, pondrá en peligro a los niños en tránsito y conducirá a una mayor separación de las familias de inmigrantes”, según se lee en un comunicado.

Willy Bergogné, director de Save the Children Europa y representante de la Unión Europea, advirtió: “Los líderes europeos involucrados en estas negociaciones afirman que el nuevo pacto es un acuerdo histórico sobre la política migratoria de la Unión Europea, que establecerá procedimientos fronterizos claros, justos y más rápidos (…). De hecho, el acuerdo alcanzado hoy es históricamente malo. Es evidente que para la mayoría de los legisladores la prioridad era cerrar fronteras, no proteger a las personas, incluidas las familias y los niños, que escapaban de la violencia, los conflictos, el hambre y la muerte, mientras buscaban protección en Europa”.

A pesar de las críticas, los elogios vinieron de otros sectores. De hecho, Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los refugiados, escribió en Twitter: “Felicitaciones a la Unión Europea y a la Comisión por alcanzar un acuerdo político sobre el pacto europeo de migración y asilo, especialmente a Ylva Johansson por su persistencia y liderazgo. Es un paso muy positivo. ¡Ahora a su implementación! ACNUR está dispuesto a asesorar y apoyar”.