El expresidente Donald Trump supera a sus rivales de cara a la nominación republicana para las elecciones de 2024, según lo reveló la primera encuesta del New York Times/Siena College de la campaña de 2024. El sondeo demostró que el magnate estadounidense cuenta con el 54 % de los apoyos, mientras que su rival más próximo, Ron DeSantis, gobernador de Florida, tiene el 17 % de ellos; le sigue el exvicepresidente Mike Pence, con el 3 % de respaldo.

Los resultados arrojaron, según se lee en el diario estadounidense, que Trump tiene ventajas decisivas en casi todos los grupos demográficos y regiones, y en cada ala ideológica del partido, mientras que los votantes republicanos descartaron las preocupaciones sobre su creciente peligro legal. El exmandatario, que perdió la pasada contienda electoral contra Joe Biden, lideró por amplios márgenes entre hombres y mujeres, votantes jóvenes y mayores, moderados y conservadores, quienes fueron a la universidad y quienes no, y en ciudades, suburbios y áreas rurales.

A pesar de no alcanzar ni el 20 % de los apoyos, lo cierto es que no parece haber un candidato distinto a DeSantis que compita con Trump en las próximas presidenciales. El exvicepresidente Pence, la exembajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley y el senador Tim Scott de Carolina del Sur obtuvieron cada uno un apoyo del 3 %. Chris Christie, el exgobernador de Nueva Jersey, y Vivek Ramaswamy, empresario, recibieron cada uno el apoyo de solo el 2 % de los encuestados.

Sin embargo, incluso si todos esos candidatos desaparecieran y DeSantis obtuviera una carrera hipotética uno a uno contra Trump, aún perdería por un margen de dos a uno, 62 % a 31 %, según la encuesta. Ese es un claro recordatorio de que, a pesar de toda la preocupación entre las fuerzas anti-Trump de que el partido se dividiría en una repetición de 2016, Trump está a punto de derrotar incluso a una oposición unificada.

Los resultados de la encuesta se dieron a conocer menos de seis meses antes de la primera contienda primaria de 2024 y en momentos en los que no se ha llevado a cabo ningún debate. Ahora bien, coincide con las múltiples investigaciones que Trump tiene en su contra, entre ellas, la de los documentos clasificados hallados en Mar-a-Lago y la del asalto al Capitolio. Con todo y eso, el 43 % de los republicanos tiene una opinión “muy favorable” de él. En el sondeo, según las entrevistas con los encuestados, surgió un tema recurrente: les gusta DeSantis, pero aman a Trump.

La fatiga alrededor de la figura de DeSantis

La campaña del gobernador de Florida parece estar flaqueando. Al parecer, el apoyo a su aspiración presidencial está disminuyendo, pues algunos republicanos se están alejando de sus posiciones extremistas sobre la esclavitud, la educación, el aborto y la inmigración. Los indicios de un cambio en su posición surgieron hacia el final de la sesión legislativa recientemente concluida en su estado natal, cuando varios legisladores republicanos lo desafiaron, votando en contra de nuevas leyes que restringen el aborto o ampliando su enemistad con Disney. Con todo y eso, como informó The Guardian, los proyectos pasaron.

Las críticas se han dado alrededor de la aprobación del nuevo plan de estudios de Florida, que enseña que el trabajo forzado durante la esclavitud benefició a las personas de raza negra. “Lo que estamos viendo con los votantes de Florida es que DeSantis todavía está a flote, pero está empezando a perder su ventaja, y la gente está empezando a reconsiderar su apoyo a él”, dijo la congresista estatal Fentrice Driskell, líder demócrata de la minoría de la cámara en Tallahassee. “Él ha comenzado a tropezar cada vez más a nivel nacional. Se retorcía en ese podio cuando tuvo que defender esos comentarios: ‘No fui yo, y también, por cierto, aquí está el lado positivo’. No, no hay un lado positivo en la esclavitud”, agregó la legisladora.

Consultado por The Guardian, David Jolly, excongresista republicano y estratega político, dijo: “Usaría el término fatiga más que una disminución en su apoyo (…). Estamos viendo a un gobernador que ha estado activo durante mucho tiempo. En medio de ello, corre el riesgo de agotarse y he escuchado entre algunos republicanos que su nivel de influencia en la próxima sesión legislativa probablemente no será el mismo que tuvo en la última sesión. (…). No puede postularse nuevamente y ahora está arrasando en el país, dejando Florida atrás, por lo que parte de esto es solo la salida inevitable de un gobernador en ejercicio en el segundo mandato. También existe este elemento acerca de que ha sido demasiado intenso durante demasiado tiempo, su agenda y su régimen”.