Madrid.- Ningún equipo ha avanzado tras perder por cuatro goles el partido de ida de una serie de Liga de Campeones.

De todas formas, Lionel Messi advirtió que no es imposible.

Un día después que su Barcelona fue aplastado 4-0 por Bayern Munich en las semifinales de la Champions, el astro argentino dijo el miércoles que no deben tirar la toalla para el duelo de vuelta la próxima semana en el estadio Camp Nou.

«Será un partido muy difícil en el Camp Nou, remontar un 4-0 abajo, hay que ir por ellos e intentar lograrlo», comentó Messi luego del revés en el Allianz Arena de Munich. «Son muy buenos, pero lo intentaremos».

Messi tuvo un desempeño muy por debajo de su nivel, sin un solo remate al arco y poco peso en el armado ofensivo. El mejor futbolista del mundo recibió el visto bueno de los médicos del club pocas horas antes del encuentro, tras la lesión muscular que sufrió el 2 de abril.

Sin embargo, el argentino afirmó que estaba en condiciones para jugar.

«No pude hacer mucho con este resultado, ha sido una pena», indicó. «Llevaba tiempo sin jugar desde la lesión, pero me sentía bien».

Josep María Minguella, representante de futbolistas y conocido por su labor para fichar a Messi, declaró a la radio española Cadena Cope que el padre del argentino, Jorge, le dijo el martes que su hijo no estaba en condiciones de jugar.

«El padre de Messi me ha dicho al mediodía que no estaba para jugar», comentó.

De todas formas, el Barsa y sus fanáticos prenden velas a Messi para que vuelva a rescatarlos, como lo hizo en las dos rondas anteriores.

En octavos de final, el Barcelona remontó un 2-0 del partido de ida contra el Milan al ganar 4-0 en la vuelta en el Camp Nou, con dos goles de Messi. En cuartos de final, la «Pulga» entró como suplente en el segundo tiempo y armó la jugada del gol que empató el encuentro 1-1 y le dio el boleto al Barsa por goles como visitante.

El Barsa mantuvo su estilo de juego y controló la posesión del balón, pero pudo hacer poco y nada de tres cuartos de cancha hacia adelante, y se vio superado en todas las líneas por un equipo más rápido y enchufado.

También fue extraño que el técnico culé Tito Vilanova esperó hasta los 83 minutos para realizar su primer cambio, cuando el partido ya estaba sentenciado y mandó a la cancha a David Villa por Pedro Rodríguez.

Dani Alves consideró que el Bayern ganó la batalla en el mediocampo.

«Nos presionaban hasta con cuatro jugadores, así se hace muy complicado salir con el balón controlado», comentó el lateral brasileño.

La derrota fue la peor del Barcelona en una competencia europea en 19 años, desde que el Milan de Fabio Capello venció 4-0 al «Dream Team» de Johan Cruyff en la final de la Liga de Campeones en Atenas.

«Cuando se compite ante un rival que compite mejor que tú y tiene cosas que no tienes tú hay que quitarse el sombrero», concedió Alves.