Juan Carlos Portieles observó el martes, el primer día de su juicio por asesinato de primer grado, mientras un fiscal de Miami-Dade yacía boca abajo en elasiento de un carro frente a los jurados, mostrando cómo pudo haber muerto Jaclyn Torrealba.

Pero solamente Portieles vio exactamente cómo murió su novia de 18 años hace tres años.

El martes, la jueza Victoria Brennan sentenció a Portieles, ahora de 33 años, a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. El jurado debatió durantecuatro horas antes de declararlo culpable de planear y causar la muerte de Torrealba.

Familiares y amigos de Torrealba, estudiante de primer año de la Universidad Internacional de la Florida, se abrazaron a la salida del juzgado del Condado. Los padres de Torrealba se abrazaron entre lágrimas momentos después de la sentencia del hombre que mató a su hija única.

“El le quitó la vida a nuestra hija”, dijo Vilma Castro, madre de la víctima. “El tampoco debería tener vida”.

Al anochecer del 11 de octubre del 2009, Portieles, vecino de Hollywood, dijo a la policía que había matado a la adolescente de Kendall después de una discusión la noche antes. El dijo que el cadáver de ella estaba todavía en el carro.

Portieles, conocido como DJ Seasunz en el mundo de la vida nocturna de Miami, llevaba horas manejando horas de un lado a otro con el cadáver de Torrealba, quien había sido golpeada, mordida y estrangulada. El visitó a un amigo y a un colega en busca de consejo. A eso de las 6 p.m., Portieles decidió entregarse a la policía.

El abogado defensor Herbert Smith estuvo de acuerdo con la fiscalía en dos puntos: Torrealba estaba muerta, y su muerte fue causada intencionalmente por su cliente. No obstante, alegó Smith, el acto no había sido premeditado.

Apenas horas después de matar a Torrealba, Portieles renunció a los llamados derechos de Miranda, brindó ADN, y aceptó ir a la escena del crimen con la policía tras decirles que él y Torrealba habían tenido una pelea de borrachos tras salir del Club Space, un centro nocturno del downtown de Miami.