La Fiscalía de París anunció que apeló la absolución de Airbus y Air France en el caso del accidente Río de Janeiro-París, en el que murieron 228 personas en junio de 2009, una nueva “esperanza” para los familiares de las víctimas. Las dos compañías fueron juzgadas por homicidios involuntarios y el 17 de abril el tribunal de París las absolvió de cualquier responsabilidad penal, al considerar que, aunque se cometieron “errores”, no pudieron demostrar “ninguna relación de causalidad” con el accidente.

Al término del juicio, que tuvo lugar del 10 de octubre al 8 de diciembre, la Fiscalía solicitó la absolución de ambas compañías, considerando que era “imposible demostrar” su culpabilidad. En el plano civil, el tribunal declaró que ambas compañías son “responsables civilmente” de los daños, al considerar que los errores cometidos aumentaron la probabilidad de que ocurriese el accidente.

Esta decisión causó indignación e incomprensión entre los familiares de las víctimas. Recientemente, la Fiscalía General del tribunal de apelación de París recurrió al pronunciamiento. Con ello busca dar “un efecto pleno a los recursos previstos en la ley” y “someter el caso a un segundo grado de jurisdicción”, declaró la institución en un comunicado.

Una apelación “inusual”

“La decisión de la Fiscalía General de apelar es muy inusual”, considerando que el Ministerio Público pidió la absolución en el juicio, indicó Alain Jakubowicz, abogado de unas cuarenta víctimas y de la asociación de familiares Entraide et Solidarité.

Esta apelación “es la última oportunidad para las familias de las víctimas”, insistió, subrayando los numerosos “errores en este caso”. “Habrá un nuevo juicio y la determinación de las familias será todavía mayor. Esto nos da mucha esperanza”. Danièle Lamy, presidenta de la asociación Entraide et Solidarité, admitió estar “emocionada” y “satisfecha” con este recurso. Contactados por la AFP, Simon Ndiaye y François Saint-Pierre, abogados de Airbus y Air France, respectivamente, no quisieron reaccionar inmediatamente.

El 1º. de junio de 2009, el avión que operaba el vuelo AF447 entre Río de Janeiro y París se estrelló en plena noche, cuando sobrevolaba el océano Atlántico, unas horas después de su despegue. A bordo del avión, un A330, iban 216 pasajeros de 33 nacionalidades, entre ellos 61 franceses, 58 brasileños, dos españoles y un argentino. La tripulación de 12 personas estaba compuesta por 11 franceses y un brasileño.

En los días posteriores al accidente se encontraron los primeros restos del avión y de los cuerpos. Sin embargo, el fuselaje no fue localizado hasta dos años después, a 3.900 metros de profundidad. Las cajas negras confirmaron que los pilotos, desorientados por un fallo en las sondas de velocidad Pitot, en medio de la noche, cerca del ecuador, fueron incapaces de frenar la caída del aparato, que se produjo en menos de cinco minutos.