Meloni ha logrado interpretar las esperanzas frustradas de los italianos contra las “órdenes” de la Unión Europea, así como las protestas por el alto costo de vida y el futuro bloqueado de los jóvenes. Así, captó a gran parte del electorado descontento que apoyaba a la ultraderchista Liga, de Matteo Salvini, o al Movimiento 5 Estrella, surgido como antisistema.

Mussolini, “un buen político”, dice Meloni

Meloni y su partido son herederos del Movimiento Social Italiano (MSI), una formación neofascista que se fundó después de la Segunda Guerra Mundial. De ese grupo, al fundar Hermanos de Italia, a finales del 2012, recuperó el símbolo de la llama tricolor.

Con 19 años, afirmó a una cadena de televisión francesa que el dictador Benito Mussolini era “un buen político”. Aún hoy reconoce que él “logró mucho”, pero no lo exenta de sus “errores”, como la legislación antisemita y la entrada en la guerra en forma de aliado de la Alemania de Adolf Hitler. También ha comentado que en su partido “no hay sitio para los nostálgicos del fascismo, ni para el racismo y el antisemitismo”.

Nacida en Roma el 15 de enero de 1977, Giorgia Meloni empezó a militar con 15 años en asociaciones estudiantiles de extrema derecha, mientras trabajaba como niñera o camarera. En 1996, se convirtió en líder del sindicato Azione Studentesca, cuyo emblema era la Cruz Celta. En 2006 fue elegida diputada y vicepresidenta de la Cámara de Representantes. Dos años más tarde, fue nombrada ministra de la Juventud en el gobierno de Berlusconi, su única experiencia gubernamental hasta ahora. Pronto aprendió a sentirse a gusto en los platós de televisión, donde su juventud, su temeridad y su habilidad oral llaman la atención.

“Dios, patria, familia”, su lema

A finales de 2012, cansada de las discrepancias que atormentaban a la derecha, funda Hermanos de Italia con otros disidentes del berlusconismo y decide situarse en la oposición. Con su lema “Dios, patria, familia”, Meloni planea cerrar las fronteras para proteger a Italia de la “islamización” y renegociar los tratados europeos para que Roma retome el control de su destino.

También se declara enemiga de los “lobbies LGBT” y quiere poner fin al “invierno demográfico” de Italia, donde la media de edad es la más alta del mundo industrializado, después de Japón. Muy celosa de su vida privada, Meloni es madre de una hija, nacida en 2016, y convive sin casarse con el padre de la niña, un periodista de la televisión.

La oradora, que sabe arengar a los italianos con su acento popular típico de Roma, también puede mostrarse tajante e incluso agresiva. En 2019 se volvió famoso su discurso en el que se definió así: “Soy Giorgia, soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana. No me lo quitarán”. También puede mostrarse algo vulgar, como cuando publicó un video en TikTok, justo el día de las elecciones, en el cual se le ve sosteniendo dos melones a la altura de sus senos, en alusión a su apellido.