Después del desplante en Los Ángeles, sería fácil pensar que los representantes del astro argentino Lionel Messi aprenderían la lección.

Pero fue todo lo contrario.

Resulta que para el partido de exhibición que se realizó en Chicago el pasado 6 de julio, vendieron unos 80 boletos especiales valorados en $2,500 para conocer en persona a Messi y, a su vez, a algunos de los jugadores , además de una camiseta y un balón autografiado.

Sin embargo, el grupo se llevó tremenda decepción cuando lo que recibió fue una “bola de plástico” y una camiseta con un sello que representaba la firma de Messi.

De hecho, el astro argentino fue sustituido en el minuto 68 del partido y abandonó el Soldier Field antes de que sonara el silbato final para disfrutar el resto de la estadía con amigos y familiares y nunca recibió a los fanáticos.

Un caballero de Chicago pagó $5,000 como regalo de cumpleaños para su hijo de nueve años y se llevó tremenda decepción.

“Esperé dos horas con mi hijo (Hudson) en una habitación privada junto con otros fanáticos. Cinco minutos antes de las 6:00 p.m. nos dijeron que (Messi) no iría y que intentarían nuevamente al medio tiempo o al final del partido. Pero nunca sucedió”, escribió un individuo de Chicago a Yahoo! Sports.

“Hudson me miró, le abracé y le dije que lo lamentaba. Hudson comenzó a llorar. Estaba devastado por él. Ningunas palabras podrán arreglar lo que estaba sintiendo y lo que sentía por él”, agregó.

No fue el primer incidente de Messi en su gira de partidos benéficos por América.

Bajo el nombre de Messi y sus amigos, el astro argentino celebró partidos de exhibición en Colombia y Perú, pero el encuentro que estaba pautado para celebrarse en Los Ángeles la semana pasada fue suspendido un día antes por supuestas diferencias con los promotores del evento, a pesar de que se habían vendido miles de boletos para la actividad.