El presidente de EE.UU., Barack Obama, se comprometió a dar más transparencia a las operaciones terroristas con aviones no tripulados o «drones» y presentó un nuevo plan para el cierre de la cárcel de Guantánamo, que incluye levantar la moratoria a la transferencia de presos a Yemen.

En un discurso sobre la lucha antiterrorista en la Universidad de Defensa Nacional, a las afueras de Washington, Obama tendió una mano a la comunidad musulmana para prevenir el extremismo violento y abogó por que EE.UU. deje de estar en una «guerra perpetua» contra el terrorismo.

Obama llamó a «terminar la tarea de derrotar a Al Qaeda y sus fuerzas asociadas», pero anotó que «el futuro del terrorismo» que acecha a EE.UU. son tanto «las amenazas a las instalaciones diplomáticas y las empresas en el extranjero» como los «extremistas de cosecha propia».

Así, recordó el asalto al consulado estadounidense en Bengasi (Libia) del 11 de septiembre de 2012 y el atentado del pasado 15 de abril en Boston, perpetrado presuntamente por los hermanos Tsarnaev, de origen chechén pero residentes legales en EE.UU.

En su discurso el presidente anunció que ha firmado un memorando que determina las circunstancias en las que EE.UU. utilizará en el futuro los «drones» contra presuntos terroristas y defendió que el uso de esos aviones es legal y que «han salvado vidas».

Obama justificó el uso de «drones» en casos como el que acabó con la vida del clérigo estadounidense Anwar al Awlaki en Yemen y sobre ese ataque en particular insistió en que hubiese sido un abandono de su responsabilidad como presidente el no haberlo ordenado.

Además, quiso destacar que la operación contra Al Qaeda en Pakistán que logró la muerte de Osama bin Laden en 2011 no debe ser la norma en la lucha antiterrorista porque tuvo riesgos «inmensos» y afectó a las relaciones bilaterales con ese país, todavía hoy dañadas.

En cuanto a Guantánamo, «no hay ninguna justificación, más allá de la política, para que el Congreso impida el cierre de un centro que nunca debió haber sido abierto», enfatizó Obama.

Además del levantamiento de la moratoria al envío de presos a Yemen el mandatario anunció que va a nombrar a un nuevo enviado especial para el cierre de Guantánamo y urgió al Congreso a levantar las restricciones al resto de transferencias.

De los 166 presos que tiene hoy en día la cárcel de Guantánamo, ubicada en Cuba, 86 han recibido el visto bueno para ser liberados.

La huelga de hambre que secundan desde hace tres meses un centenar de los 166 presos de Guantánamo ha disparado las alertas sobre las condiciones de la prisión y ha reavivado el debate sobre su cierre, una promesa que hizo Obama en la campaña electoral de 2008.

Obama señaló también hoy que EE.UU. «no está en guerra con el islam», al argumentar que la «violencia contra objetivos occidentales» proviene en muchas ocasiones de esa creencia falsa.