El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy que tiene la intención de viajar la próxima semana a los estados de Georgia y Florida para comprobar de primera mano la devastación causada por el ciclón Michael, que se ha cobrado la vida de trece personas, según las últimas informaciones.

«La gente no tiene ni idea de qué tan duro golpeó el huracán Michael al gran estado de Georgia. Visitaré tanto Florida como Georgia a comienzos de la semana que viene», señaló Trump en su cuenta personal de Twitter.

El paso del ciclón, que ayer comenzó a alejarse del territorio estadounidense convertido en tormenta tropical, ha afectado la zona conocida como el «mango de la sartén», en Florida.

Sin embargo, ha sido en el estado de Virginia donde, por el momento, se ha contabilizado el mayor número de muertes, siete en total, de acuerdo con fuentes oficiales citadas por medios de comunicación, que en las últimas horas han informado del hallazgo de dos nuevos cadáveres.

Estas muertes se suman a las seis de las que se tuvo noticia este jueves: cuatro en Florida, una en Carolina del Norte y una en Georgia, una niña de 11 años a la que una estructura metálica golpeó en la cabeza tras atravesar el tejado de su vivienda.

A pesar de que Michael se ha debilitado, las autoridades siguen previniendo a la población local del peligro que suponen los vientos y las inundaciones que siguen a la tormenta.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha alertado de posibles inundaciones «entre moderadas y grandes» en las áreas afectadas, por lo que ha pedido a sus habitantes que estén preparados.

Por su parte, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) ha apuntado que tras el paso del ciclón las autoridades a todos los niveles, desde el estatal al federal, se han coordinado de manera masiva para comenzar los trabajos de recuperación en las zonas afectadas.