La mujer le había prometido que jamás se casaría y que lo esperaría por siempre.

El sargento Joseph Gantt, destacado en la guerra de  Corea en 1950, le había dicho a su joven esposa que se casara nuevamente si él no regresaba del campo de batalla. Pero por más de seis décadas, ella prefirió esperar.

De hecho, Clara Gantt le dijo que no cumpliría su sugerencia. Y así lo hizo, durante 63 años.

Según el huffingtonpost.co.uk, el viernes pasado la mujer recibió los restos de Gantt, que fueron entregados en un ataúd cubierto con una bandera de los Estados Unidos, acompañados de una escolta militar.

Clara, quien ahora tiene 94 años, se levantó de su silla de ruedas y comenzó a llorar. Ha pasado más de medio siglo, pero al parecer, el sentimiento por su gran amor sigue intacto.

«Le dije que lo extrañaba mucho», dijo con voz apagada. «Y esperaba que volviera a casa, pero no lo hizo», expresó a Los Angeles Times.

El sargento había servido en la Segunda Guerra Mundial y permaneció en el ejército después del conflicto, asistiendo como médico en el campo de batalla en la guerra de Corea.

La última vez que Clara supo de él fue justo antes de la Navidad de 1950. Poco después de esa carta final, fue capturado como prisionero.

Con los años, Clara estuvo activa en una organización formada por las familias de los veteranos MIA (Missing in Action). Se estima que de la Guerra de Corea, existen alrededor de 8,000 soldados de los que se desconoce su destino final. La viuda viajaba con frecuencia a Washington, D.C. para conocer algún estado actual sobre quien fuera su marido.

La mujer aseguró que durante su espera, jamás salió con algún hombre. No quería que la vieran con otro enamorado mientras aún ilusionaba el regreso de su marido. Clara también reveló que adornó la pared de su habitación con recuerdos de la milicia y medallas de su marido.

En octubre pasado, Clara se enteró de que habían encontrado los restos de su marido. Las autoridades creen que el militar murió en 1951.

El viernes pasado, Joseph y Clara tuvieron su último adiós. “Estoy muy, muy orgullosa de él. Era un marido maravilloso, un hombre comprensivo», dijo a varios reporteros. «Yo siempre amé a mi marido; éramos únicos, nos amábamos. Y eso hizo que nuestro matrimonio fuera completo».