Richard Freeman, antiguo jefe médico de British Cycling y del Team Sky, ahora conocido como Ineos, fue declarado culpable ante un tribunal en Inglaterra por comprar testosterona, sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

La sentencia argumenta que Freeman, que comenzó a trabajar para el Sky en 2011, pidió testosterona, a pesar de que sabía que “iba a ser administrada para mejorar el rendimiento deportivo de un corredor”.

Previamente, el médico ya había admitido 18 de los 22 cargos de los que se le acusaban, aunque negaba el principal, en relación al propósito de la medicación de la sustancia prohibida.

El Sky en 2011 ganó con Chris Froome la general de la Vuelta España y, además, se llevó una etapa, así como con dos etapas en el Tour de Francia.

El juicio, que continuará el 17 de marzo, lleva más de dos años en marcha. Freeman explicó que fue obligado a comprar la sustancia porque el director de rendimiento del Sky, Shane Sutton, quería tratarse una disfunción eréctil que sufría.

No obstante, el propio Sutton ha desestimado la acusación y el tribunal decidió que los argumentos de Freeman eran una “elaborada mentira”.

Además de los cargos relacionados a la compra de la sustancia, Freeman admitió también en el juicio que destruyó un ordenador con datos “reveladores” en el transcurso de una operación antidopaje que la AMA estaba desarrollando en el periodo entre 2011 y 2015 en el Sky.

Freeman trabajó en el equipo hasta 2015, además de participar también en la Federación británica de ciclismo, de la cual dimitió en 2017 por problemas de salud.

No es el primer caso controvertido en el que se ve envuelto Freeman, ya que en 2017, la agencia antidopaje del Reino Unido cerró una investigación de 14 meses después de que Bradley Wiggins, medallista olímpico y ganador del Tour de Francia, recibiera un “paquete sospechoso” en la Dauphiné Liberé de 2011.

Nunca se supo qué contenía el paquete, pero Freeman siempre insistió en que era un descongestionante y no una sustancia dopante.