El gobierno de Estados Unidos quiere esperar hasta marzo para el juicio sobre su demanda que busca bloquear la fusión de American Airlines y US Airways, un acuerdo que crearía la línea aérea más grande del mundo.
Las aerolíneas quieren iniciar el juicio en noviembre. Esperaban concretar el acuerdo de fusión el mes próximo, pero el Departamento de Justicia federal y seis estados presentaran el caso antimonopolio haca dos semanas.
El Departamento de Justicia dijo en un documento presentado en la corte el martes que, dado lo que está en riesgo en la fusión, necesita hasta el 3 de marzo para preparar pruebas y argumentos. Acusó a las compañías aéreas de apresurar el caso.
La demanda es el último obstáculo que impide que AMR Corp., propietaria de American Airlines, cierre la fusión y salga de la protección por bancarrota después de casi dos años.
En un comunicado escrito, AMR y US Airways Group Inc. señalaron que la solicitud del gobierno era tardía y disparatada después de una investigación del Departamento de Justicia que, según dijeron, duró 16 meses. Las aerolíneas se acercaron al Departamento de Justicia antes de que el acuerdo fuera anunciado públicamente en febrero.
«Demoras innecesarias evitan además que los accionistas financieros de American, que incluye acreedores, tenedores de acciones y empleados, materialicen ganancias y que mejore la certeza que vendrá de la salida de American del Capítulo 11 (protección por bancarrota)», agregaron.
El Departamento de Justicia dijo que las líneas aéreas no deberían utilizar el caso de bancarrota para justificar un juicio rápido sobre la demanda anti monopolio. Añadió que AMR y US Airways supieron todo el tiempo que era posible una refutación anti monopólica.
Colleen Kollar-Kotelly, jueza federal en Washington, D.C. a cargo del caso, planea realizar una el viernes conferencia sobre el juicio.
El Departamento de Justicia buscó originalmente que el juicio iniciara el 10 de febrero, pero retraso la fecha después de que la jueza dijo que tenía un juicio penal largo agendado para iniciar el 14 de enero.
El gobierno argumenta que la fusión reduciría la competencia y elevaría los costos de viaje a los consumidores. Dejaría más de 80% del mercado de viajes de Estados Unidos en control de cuatro aerolíneas, y no de cinco.