¿Cómo recuerda sus comienzos musicales?

Maravillosos y llenos de ilusión. Los recuerdo en Medellín, mi ciudad natal, la que se convirtió en mi escuela y mi plataforma. Miro al lado y veo a otros jóvenes, como yo, trabajando de cara a lograr un sueño y fue con constancia y ganas que edificamos una industria musical urbana desde el lugar en el que crecimos. Comencé mi carrera en 2008 y desde ahí surgieron varias cosas que me ayudaron a darme cuenta de todo lo que podía hacer y lograr.

¿Cuáles fueron los primeros sencillos que lo pusieron en el radar del público?

La música me divierte y gracias a eso el camino ha sido fructífero. Tengo un catálogo que supera las cincuenta canciones, entre las que se destacan algunas como “La propuesta”, “Así”, “Comienza la fiesta”, “Tú, mi Love”, “Indiferentes”, “Kilómetros”, “Indecentes” y “Muévete”. Por mencionar las más relevantes, pero cada canción cumplió, sin duda, una misión valiosa y aportó a todo lo que somos hoy.

Desde hace varios años no teníamos noticias de DVX. ¿Por qué hacer esa pausa en su carrera musical?

Luego de las giras por Colombia, Venezuela, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos, comprendí realmente el poder y la responsabilidad que tenía, así que debido a ese momento de reflexión llegué a la conclusión de que necesitaba una pausa, un tiempo para dimensionar lo que quería. Debía ajustar la propuesta artística de manera integral y tener claridad acerca del mensaje que queremos darle al mundo. Fue un respiro para tomar decisiones trascendentales y entender que era un momento definitivo para mi vida, mi carrera, para quienes me rodean y para toda una generación.

¿A qué se dedicó durante este tiempo de pausa artística?

Escuché, observé, experimenté, comprendí y crecí. Fui inmigrante, estudiante, emprendedor, trabajador y, finalmente, volví a ser yo, pero ya con una perspectiva y una dimensión mucho más potente y consciente.

Ahora llega con un nuevo sencillo titulado “Yin yang”. ¿Cómo podría definir esta canción?

Soy libra y siempre busco la armonía y el equilibrio en todo lo que pienso, digo, siento y hago. Incluso, fue una de las reflexiones más poderosas que hice durante ese tiempo en el que estuve alejado. De ahí nace “Yin yang”, que habla de la dualidad que nos representa y nos despierta tanto lo debido como lo indebido. Es todo lo que surge de lo divino, pero también es todo lo que provoca lo humano. Es encontrar en una sola persona tanto lo que queremos como lo que deseamos. En “Yin yang” habitan cinco temáticas: amor, pasión, despecho, superación y rumba.