Al menos 27 personas murieron en Acapulco tras el paso de Otis, que golpeó al Pacífico mexicano como huracán 5, la máxima categoría de la escala Saffir-Simpson.

“Lamentablemente, se recibió el reporte del gobierno del estado y del municipal de 27 personas fallecidas y cuatro desaparecidas”, dijo la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, durante la conferencia de prensa presidencial.

“Lamentamos mucho la perdida (…) quienes perdieron la vida fue por el efecto del huracán”, dijo de su lado el presidente Andrés Manuel López Obrador al detallar que tres de los desaparecidos son militares de la Marina Armada.

Este es el primer reporte de fallecidos, dado que la zona afectada ha estado prácticamente incomunicada desde la medianoche del martes, cuando se empezaron a resentir los vientos de Otis, de 270 km/h.

Rodríguez aseguró, sin embargo, que se están restableciendo las comunicaciones de manera paulatina.

López Obrador visita Acapulco

Bordeando derrumbes de rocas y árboles que tapaban el camino, cambiando de automóviles o caminando sobre el barro, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador completó finalmente el trayecto hasta el puerto de Acapulco.

Antes de llegar por la tarde del miércoles al puerto, el mandatario y su equipo se toparon con derrumbes que bloqueaban las dos carreteras principales que llevan a Acapulco, a casi 400 km de Ciudad de México, donde evaluará los daños provocados por el ciclón.

El convoy del presidente avanzó con dificultad por la carretera hasta que se topó con un área bloqueada, con árboles caídos, y en la que el lodo llegaba hasta las rodillas. Fue entonces que el presidente intentó seguir el camino a bordo de un jeep militar que se quedó atascado.

Finalmente, decidió caminar los kilómetros que aún lo separaban de Acapulco, seguido de miembros de su gabinete. Detrás de él, los militares intentaban sacar al jeep del fango.

“Vamos a buscar que se abran (los caminos) lo más pronto posible”, dijo el presidente en una breve declaración a la prensa a bordo de la camioneta que lo llevaba a Acapulco.

En el camino, López Obrador dialogó también brevemente con habitantes que habían salido a pie del puerto o de los pueblos cercanos a buscar a sus familias ante la ausencia total de comunicaciones y transporte en Acapulco.

Los testimonios de esas personas son muestra de la fuerza devastadora de Otis.

“Se sintió muy fuerte, nos dejó en shock porque ni de la casa pudimos salir, mucha gente estuvo buscando refugios, pues los ríos crecieron mucho”, dijo a la AFP Israel Pérez, panadero de 21 años.

“Parecía el sonido de monstruos que venían de otro lado, que están furiosos”, contó.

“Esto nos afecta mucho, porque salimos a todos los pueblitos (a vender el pan)”, añadió.

Eric Hernández acompañaba a una familiar a una cirugía en una clínica de Acapulco cuando golpeó el huracán Otis. Tras el impacto, el joven de 24 años salió caminando del puerto a su pueblo para ver que su familia estuviera bien.