El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, anunció que recurrirá la suspensión por tres años impuesta este lunes por la FIFA por el beso forzado a la jugadora Jenni Hermoso.

“Desde ahora anuncio que voy a apelar”, afirmó Rubiales en un comunicado en su cuenta de la red social X, antes Twitter, en el que afirma que llegará “hasta la última instancia para que se haga justicia”.

La reacción de Rubiales llega después de que la FIFA le haya inhabilitado “para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol durante tres años, tanto en el ámbito nacional como internacional” por el beso forzado a Hermoso tras la victoria de España ante Inglaterra en la final del Mundial de Australia.

El organismo rector del fútbol mundial considera que “su conducta ha infringido el artículo 13 del Código Disciplinario” en el que se regula la “conducta ofensiva y violaciones de los principios del juego limpio”.

En su comunicado, Rubiales se queja de que la FIFA no le ha facilitado los fundamentos de la decisión, que ha sido publicada “a la vez que se me enviaba”.

“Teniendo en cuenta que todavía no nos han facilitado los fundamentos (de nuevo), solamente puedo asegurar que en todo momento he mantenido una versión de los hechos que es la verdad de lo sucedido”, afirmó Rubiales.

Esta versión “es la misma que voy a mantener hasta que termine el procedimiento”, añadió Rubiales, que siempre ha defendido que el beso a Hermoso fue “consentido”, al contrario de lo que afirma la jugadora.

Rubiales, de 46 años, fue el centro de una polémica internacional cuando el 20 de agosto, tras la victoria de España en el Mundial de Australia, besó en la boca a la delantera Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del torneo.

Las imágenes de su acción dieron la vuelta al mundo junto a las de sus gestos en el palco del estadio de Sídney agarrándose los genitales, a pocos metros de la reina Letizia y la infanta Sofía.

Aunque en un principio se negó a ello, la presión llegada desde el gobierno español, la justicia y el propio fútbol acabó por llevarle a dimitir de su cargo el pasado 10 de septiembre.