Leo Messi ha vuelto a escribir hoy una nueva página en la historia del barcelonismo, puesto que con el triplete firmado ante el Granada (5-3) se ha convertido en el máximo goleador de club catalán al superar a César Rodríguez y firmar 234 tantos desde su estreno como barcelonista.

Messi fue determinante para la victoria de su equipo que se sitúa a cinco de la cabeza del Campeonato y suma 34 goles en la Liga, con lo que se convierte en el máximo goleador del torneo, en un partido extraño, dominado a placer por los azulgrana en el primer tiempo y que llegó a empatar el equipo de Abel Resino en la segunda mitad.

Fue, además, la mejor manera que tuvo el argentino de rendir homenaje a la delantera del Barça de la ‘Cinco Copas’, acabó con el récord de César y lo hizo el día en el que el Camp Nou rindió homenaje al fallecido Estanislao Basora.

Cuatro minutos, el primer gol, y en diecisiete, el partido parecía liquidado. Jugó el Barcelona muchos minutos con la marcha reductora, sin la necesidad de acelerar sus acciones más allá de lo necesario frente a un rival que apenas le exigió, ni siquiera en el plano físico, que cuando los andaluces igualaron el marcador, los azulgrana tuvieron todas las dudas.

Era el partido de Messi, que afrontaba la primera oportunidad de igualar el récord de goles de César Rodríguez en partidos oficiales con el Barça. Y el argentino, como siempre, respondió a las expectativas.

De salida, se movió el equipo de Guardiola al son de Xavi y con la electricidad de Isaac Cuenca. El canterano, pegado a la línea de cal, desbordó en cuanto se lo propuso a Cortés y generó múltiples opciones con sus jugadas desde la izquierda.

Messi perdonó el 2-0 en un remate demasiado centrado (m.11), pero no lo hizo seis minutos después. El argentino, aún con 24 años, ya hace tiempo que está en los libros de historia del barcelonismo, hoy añadió una nueva entrada al igualar primero y batir después el récord de César.

Eligió un buen momento Messi para rescatar a su equipo y convertirse en el máximo goleador de la historia del club. El argentino recibió de Alves y batió a Julio César con una sutil vaselina. Era el 3-2, el tanto 233, en una jugada en la que la defensa del Granada reclamó que Messi se encontraba en fuera de juego.