La mujer de la alta sociedad cubana que vació su cuenta bancaria y vendió sus diamantes para apoyar a Fidel Castro cuando era un insurgente poco conocido, ha muerto. Natalia Revuelta Clews tenía 89 años.

Revuelta conoció al joven revolucionario en 1952 y le prestó su casa para que planeara el asalto a un cuartel al año siguiente, considerado el inicio de la revolución. Posteriormente mantuvieron una relación sentimental de la que nació una hija Alina, quien años después se exilió en Florida y se convirtió en una crítica enconada del dirigente comunista.

La cuidadora de Revuelta, Carmen García, dijo a la Associated Press que revuelta murió el viernes y fue cremada en una ceremonia familiar íntima. Su amiga Natalia Bolívar dijo que Revuelta estaba enferma desde que sufrió una caída recientemente.