El medio CNN se despidió de Krupskaia Alís, corresponsal para historias en Latinoamérica. Sus colegas resaltaron el trabajo de la periodista, quien cubrió desde desapariciones hasta golpes de Estado a lo largo de su carrera periodística y falleció este miércoles 14 de febrero en la Ciudad de México.
En un homenaje escrito y en video, hablan acerca de las noticias “a las que sus dotes narrativas convertían en historias inolvidables”.
Alís nació en Cali, Colombia, pero se mudó a Nicaragua con su familia y allí se graduó como periodista de la Universidad Centroamericana. Inició como corresponsal de Centroamérica para NBC y Univisión, y su trabajo sobre el paso del huracán Mitch le valió un premio Emmy y el premio anual de la Unión de Periodistas de Nicaragua.
A CNN llegó a finales de los 90 y comenzó como corresponsal en Ciudad de México en el 2006, “desde donde su mirada ayudó a informar con aguda precisión a las audiencias de todo el continente”, indica el medio. Sus cubrimientos abarcaron desde el golpe de Estado de Honduras contra el gobierno Miguel Zelaya hasta un recorrido por los sitios en donde se escondió Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“La problemática social y de seguridad generada por el tráfico de drogas fue también una constante en sus reportes, así como la violencia generada por los grupos criminales en distintas ciudades de México”, dice CNN.
Sus colegas resaltaron “la distancia profesional con la que abordaba sus asignaciones” y recordaron que eso “nunca impidió su cercana calidez con los protagonistas de las historias que reportaba”. Especialmente, en sus trabajos sobre feminicidios, desapariciones y en el especial del 2020 sobre la trata de personas en México, “un retrato de la lacerante violencia y explotación sexual que enfrentan, especialmente, miles de mujeres cada día”.
No solamente narró esas historias, sino que “ayudo también a divulgar las iniciativas de aquellas mujeres que hacen todo y más para cambiar su realidad”. En el 2013, hizo un cubrimiento sobre el trabajo de las patronas, las mujeres que ayudan a los migrantes que pasan por Veracruz.
“[Lo] que realmente apasionaba a “Krups” –como la llamábamos de cariño– era contar las historias de dolor y esperanza de miles de personas que no tenían voz, como los migrantes, las madres buscadoras y las víctimas de la violencia, así como producir historias que generaran esperanza y fortaleza. ¡Hasta siempre, Krupskaia Alís!”, se lee en el homenaje.
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