Nueva York. – Con consignas y oraciones, sermones y carteles, la indignación por el fallo de un jurado de la Florida de declarar inocente a George Zimmerman en la muerte a tiros de un adolescente negro desarmado se hizo sentir el domingo en protestas callejeras y en iglesias, en medio de exhortaciones a encausar a Zimmerman por violación a las leyes federales de derechos civiles.

Manifestaciones grandes y pequeñas se sucedieron en todo el país en apoyo a la familia de Trayvon Martin, y en ellas se criticó el veredicto por considerarlo una injusticia.

La Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra (NAACP, por sus siglas en inglés) y los manifestantes pidieron que se encause a Zimmerman por violación de los derechos civiles. El vigilante vecinal fue absuelto el sábado de la muerte a tiros de Martin en febrero de 2012, lo que provocó un debate nacional sobre la caracterización racial, la defensa propia y la justicia igualitaria.

El Departamento de Justicia dijo que estudia el caso para determinar si los fiscales federales pueden presentar cargos ahora que Zimmerman fue absuelto en el caso estatal. Mientras tanto, el presidente Barack Obama y líderes religiosos y por la defensa de los derechos civiles pidieron calma con la esperanza de que las manifestaciones sean pacíficas a raíz de un caso que se ha convertido en un asunto emotivo.

En Nueva York, cientos de manifestantes marcharon el domingo por la noche hacia Times Square, cambiando a menudo la ruta por las calles de Manhattan para evitar los perímetros policiales. Los manifestantes llevaban carteles y coreaban «¡Justicia para! ¡Trayvon Martin!» mientras llegaban desde Union Square.

En San Francisco y Los Angeles —donde protestas realizadas más temprano fueron dispersadas con proyectiles no letales— la policía cerró calles mientras los manifestantes marchaban para condenar la absolución de Zimmerman.

Rand Powdrill, de 41 años, de San Leandro, dijo que fue a la marcha en San Francisco con otras 400 personas para «protestar por la ejecución de un adolescente negro inocente».

«Si no escuchan nuestras voces, entonces esto va a seguir», dijo.

Más temprano, en la iglesia Middle Collegiate Church de Manhattan, muchos fieles vistieron sudaderas con capucha, la misma prenda que tenía puesta Martin la noche que lo mataron, en una muestra de solidaridad. Jessica Nacinovich dijo que sólo podía sentir desilusión y tristeza por el veredicto.

«Estoy seguro que los jurados hicieron lo que creyeron correcto según la ley, pero quizás la ley esté equivocada, quizás la sociedad esté equivocada; queda mucho por arreglar», dijo.

En una misa juvenil en Sanford, Florida, donde fue el juicio, adolescentes con camisetas que tenían la imagen de Martin enjugaron lágrimas durante el sermón en la Iglesia Bautista Misionera St. Paul.

Unas 200 personas participaron en un mitin y marcha en el centro de Chicago y dijeron que el veredicto fue un símbolo del racismo que todavía existe en Estados Unidos. Maya Miller, de 73 años, dijo que el caso le recuerda el asesinato en 1955 de Emmitt Till, un joven de 14 años de Chicago que fue asesinado por un grupo de hombres blancos que venían de Misisipí. El asesinato de Till dio un gran impulso al movimiento por los derechos civiles.

«(Han pasado) 58 años y nada ha cambiado», dijo Miller, al tiempo que hacía una pausa para corear «¡Justicia para Trayvon, ni uno más!».

También hubo protestas en Miami, Filadelfia, Washington y otras ciudades.

En Miami, más de 200 personas se reunieron en una vigilia. «No se puede justificar el asesinato», decía un letrero. Otro decía: «No se preocupen de más motines. Preocúpense de más Zimmermans».

Carol Reitner, de 76 años, de Miami, dijo que se enteró de la vigilia por un anuncio en su iglesia el domingo por la mañana. «Me sentía destrozada. Es difícil de creer que alguien pueda matar a otra persona y salir en libertad del tribunal», dijo.

En Filadelfia, unos 700 manifestantes marcharon desde el Parque LOVE hasta la Campana de la Libertad, coreando alternadamente el nombre de Trayvon Martin y «Sin justicia no hay paz».

«Esperamos que este sea el comienzo de un movimiento para poner fin a la discriminación contra los jóvenes negros», dijo Johnathan Cooper, uno de los organizadores de la protesta. «Y también para alentar a los negros y lograr que participen en el sistema».