Las inyecciones letales han sido objeto de mayor escrutinio en los últimos años y los grandes laboratorios, muchos de ellos de países que se oponen a la pena de muerte, han dejado de venderlas a las prisiones.

San Luis, Missouri- La escasez de drogas para ejecuciones es cada vez más aguda en momentos que más farmacias especializadas concluyen que la venta de las letales sustancias químicas no compensa la mala publicidad y los riesgos éticos y jurídicos.

La situación ha obligado a los estados a buscar sustitutos a la carrera y los expertos dicen que cualquier alternativa que encuentren probablemente sea impugnada en los tribunales, a lo que se añade que las leyes rodean el proceso de secreto.

El lunes pasado, la farmacia Apothecary Shoppe, de Tulsa, Oklahoma, especializada en preparar compuestos químicos, anunció que dejará de vender fenobarbital al Departamento de Prisiones de Missouri después de ser demandada por Michael Taylor, un reo condenado a muerte, quien alega que la droga puede provocar «dolor inhumano».

Missouri había pagado anteriormente 8,000 dólares en efectivo por cada dosis. La solución de caso probablemente significa cambiar los delicados procedimientos de ejecución sólo una semana antes que Taylor sea ejecutado por la violación y asesinato de una menor de 15 años de Kansas City en 1989. El gobernador Jay Nixon dijo el martes que Missouri está preparado para ejecutarlo el 26 de febrero pero declinó ofrecer más detalles.

Nadie contestó mensajes dirigidos a portavoces del Departamento de Prisiones. La farmacia Apothecary Shoppe declinó varias solicitudes de entrevista y no contestó preguntas enviadas por correo electrónico.

Missouri, como muchos estados se muestra reacio a divulgar información sobre cómo y dónde consigue los componentes de las inyecciones letales, para lo que cita los derechos de privacidad del suministrador.

Las inyecciones letales han sido objeto de un mayor escrutinio en los últimos años y los grandes laboratorios, muchos de ellos europeos y de países que se oponen a la pena de muerte, han dejado de vender a las prisiones. El origen de las drogas ha pasado al frene del debate sobre la pena de muerte.

Estas farmacias especializadas —que preparan compuestos especiales para médicos y pacientes— parecían ser la respuesta. Estos establecimientos por lo general son supervisados por juntas estatales, no por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA), aunque una ley aprobada el año pasado les permite inscribirse ante la FDA y someterse a inspecciones federales.

Pero ahora algunas han comenzado a echarse atrás.

Los expertos dicen que no les sorprende la situación, dadas las limitadas ganancias de vender drogas para ejecuciones, las preocupaciones éticas entre los médicos, el alto costo legal potencial y la mala publicidad.

«Este no es un buen modelo empresarial para estas farmacias, preparar drogas para ejecuciones, en particular, con el secreto que lo hacen», dijo Deborah Denno, profesora de Derecho de la Universidad de Fordam.

Richard Dieter, director ejecutivo del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, con sede en Washington, concordó.

«Estoy seguro que nunca han tenido una publicidad de este tipo», dijo Dieter. «Deben estarse preguntando en qué se metieron».

En Texas, el estado donde más reos se ejecutan en el país y donde se han realizado 510 ejecuciones por inyección letal desde 1982, las existencias de fenobarbital pueden estarse acabando.

Después que en octubre se identificó a Woodlands Compounding Pharmacy, cerca de Houston, como el suministrador de Texas, la farmacia pidió al Departamento de Justicia Penal que devolviera la droga que no había usado. El estado se negó.

Las existencias de Texas expiran el 1 de abril y el estado tiene dos ejecuciones programadas para marzo y cinco más después de la fecha de expiración.

Jason Clark, portavoz de del Departamento de Justicia Penal de Texas, dijo en un comunicado la semana pasada que la entidad «sigue explorando todas las opciones, como mantener el uso del fenobarbital o drogas alternativas para su uso en inyecciones letales».

La farmacia Woodlands no contestó a un mensaje que le pedía comentar al respecto

Las normas de inyección letal de Ohio, como las de Missouri y Texas, contemplan el uso de una dosis única de fenobarbital. El estado no pudo conseguir la droga para las últimas dos ejecuciones, y usó una combinación de dos sustancias, el sedante midazolam y el analgésico hidromorfona.

Esa combinación se usó para matar a Dennis McGuire el 16 de enero en una ejecución que provocó nuevas preocupaciones. McGuire demoró 26 minutos en morir mientras las sustancias le hacían efecto.

Y a pesar de las preocupaciones en Ohio, es posible que Missouri siga el mismo camino.

Los abogados defensores de Taylor pidieron al Tribunal Federal de Distrito de Kansas City que suspendiera la ejecución, citando preocupaciones de la combinación de drogas, que nunca se ha usado en el estado, pudiera causar dolor y sufrimiento al reo. Varios mensajes dirigidos a los abogados John Simon y Matt Larson no se respondieron.

Dieter dijo que la mayoría de los estados pasarán trabajo para encontrar drogas para las ejecuciones.

«Esto seguirá siendo un conflicto», dijo. «No hay una forma agradable de matar y esto es parte del dilema que presenta la pena de muerte».