El nuevo Parlamento de Italia se instaló tras la victoria de la extrema derecha en las elecciones legislativas del 25 de septiembre, siendo un primer paso para la formación del Ejecutivo que será liderado, probablemente, por la posfascista Giorgia Meloni.

El ultraderechista Ignazio La Russa, eminencia gris de Meloni, fue elegido presidente del Senado, en una votación de la que no participaron los senadores de Forza Italia, uno de los partidos de la coalición vencedora, lo que muestra las fuertes divisiones internas. La Russa, entre los fundadores del partido posfascista Hermanos de Italia, obtuvo 116 votos a favor, por encima de los 104 necesarios, mientras 65 fueron en blanco. “Han elegido a un patriota”, reaccionó Meloni.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados será elegido el viernes, tras complejas negociaciones entre las fuerzas de la coalición vencedora formada por Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), de Meloni, que obtuvo el 26 % de los votos, La Liga, de Matteo Salvini, y el conservador Forza Italia, de Silvio Berlusconi, las dos con menos del 10 % de los sufragios, pero claves para garantizar la mayoría.

La senadora vitalicia Liliana Segre, sobreviviente del campo de concentración nazi de Auschwitz (Polonia), fue la encargada de presidir la sesión del Senado con un discurso conmovedor, durante el cual habló contra la guerra, recordó que tuvo que dejar la escuela en 1938 por las leyes contra los judíos durante el fascismo y envió un saludo al papa Francisco.

La elección del presidente del Senado, segundo cargo en importancia de Italia después del presidente de la República, resulta ser la “primera prueba” para Meloni y ha sido precedida por un “clima de alta tensión” entre los tres aliados, estimó este jueves el diario Il Corriere della Sera.

“No podemos darnos el lujo de perder el tiempo, la situación en Italia no es fácil”, admitió en la víspera Meloni, quien deberá hacer frente a numerosos retos, en particular la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania y la elevada inflación que afecta a los hogares y las empresas.

Tras su elección, los nuevos presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado se reunirán sucesivamente con el presidente de la República, Sergio Mattarella, dando inicio a las consultas para designar un nuevo jefe de Gobierno, según las reglas de esta república parlamentaria. Al término de las consultas, Mattarella le deberá encargar a Meloni formar un Ejecutivo, con lo que se convertirá en la primera mujer en la historia de Italia en ocupar el cargo de primera ministra.

Giorgia Meloni, de 45 años, ha hecho pocas apariciones públicas desde su victoria electoral, comunicando a través de las redes sociales. La líder posfascista, que no tiene mayor experiencia de gobierno, ha intentado tranquilizar a los mercados sobre su capacidad de gestión.

Sin embargo, resulta una incógnita el nombre del futuro ministro de Economía, responsable de la tercera economía de la zona euro, con una deuda que alcanza el 150 % del PIB. El Fondo Monetario Internacional anunció esta semana que se espera que Italia entre en recesión en el 2023 y que su PIB se reduzca de un 0,2 %.