La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió este martes un ambicioso programa del presidente Barack Obama que busca limitar las emisiones contaminantes de las centrales térmicas.

La más alta instancia judicial estadounidense se pronunció a pedido de 27 estados, en gran parte de mayoría republicana, que criticaban el plan de Obama en favor de las energías limpias, un pilar de su política para luchar contra el calentamiento global.

La decisión del máximo tribunal se tomó por cinco votos contra cuatro. Los cuatro jueces progresistas de la Corte expresaron su desacuerdo con el fallo, tomado con una sorprendente rapidez.

En concreto, la Suprema Corte suspende la aplicación del «Clean Powe Plan» (Proyecto para una Energía Limpia), elaborado por la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) estadounidense, que impone a las centrales elétricas reducciones draconianas de sus emisiones de gases de efecto invernadero –de 32% respecto de 2005– antes de 2030.

No obstante, esta decisión del Supremo no es definitiva sobre las regulaciones, ya que el caso está pendiente del veredicto de una corte de apelaciones.

Aun así, es probable que tras su veredicto el caso se eleve de nuevo al Supremo y la decisión de hoy sea un síntoma del escepticismo de los jueces sobre la regulación.

La corte de apelaciones aún debe escuchar los argumentos orales el 2 de junio y decidir si las regulaciones son lícitas.