El cardenal filipino Luis Antonio Tagle, estrella ascendiente asiática de la Iglesia católica, promovido recientemente a altas funciones en la Santa Sede por el papa Francisco, dio positivo al coronavirus en su país, indicó el Vaticano.

Este sonriente teólogo, muy cercano a los pobres y conocido por llorar cuando está conmovido, es considerado como muy allegado a las ideas reformistas del papa Francisco. Por esa razón es con frecuencia incluido en la lista de posibles futuros papas.

El filipino, de 63 años, quien tuvo una audiencia privada con el papa Francisco el 29 de agosto pasado, había dado negativo para COVID-19 el 7 de septiembre en Roma, precisó el portavoz del Vaticano Matteo Bruni. Pero un nuevo examen nasal realizado el jueves 10 de septiembre a su llegada en avión a Manila, dio “positivo”.

Sin síntomas

El prelado “no presenta síntomas y está en confinamiento en Filipinas”, precisó el Vaticano, y añadió que hay verificaciones en curso para rastrear las personas que pudieron estar en contacto con él.

El cardenal, que presidía la organización de beneficencia católica Caritas Internacional, fue nombrado en diciembre de 2019 jefe de la importante “Congregación para la Evangelización de los Pueblos”, que supervisa las actividades de difusión del catolicismo en el mundo.

Se trata del caso positivo número trece del Vaticano. Los otros doce casos ya se curaron en los últimos meses.

Salud del papa

El papa se reúne sin máscara con sus interlocutores, que vienen a visitarlo al palacio episcopal por lo que se desató la alarma entre los fieles de la iglesia Católica.

Ante la alarma por las noticias, el secretario de Estado Pietro Parolin, brazo derecho de Francisco en el Vaticano, informó que Francisco, de 83 años, está “constantemente vigilado” a nivel médico.

Según declaraciones citadas por la agencia italiana Ansa, el cardenal Parolin expresó su preocupación por el estado del prelado filipino, que forma parte de la Curia Romana (gobierno de la Iglesia) y que regresó a su país para el “cumpleaños de su madre”. “Esperamos que esto no sea nada”, dijo.

La Santa Sede ya confirmó en una ocasión que el papa argentino había sido sometido a varias pruebas de diagnóstico del coronavirus, después de que un prelado que vive en la misma residencia diera positivo en marzo.