Un hombre de Cleveland fue acusado formalmente el jueves del secuestro y la violación de tres mujeres halladas en su casa después de que desaparecieron hace unos 10 años.
Durante la breve audiencia pública, Ariel Castro dirigía constantemente la vista al suelo, se mordía el cuello de la camisa y firmaba documentos con las manos esposadas. El juez le fijó una fianza de ocho millones de dólares.
El ex conductor de autobús escolar, de 52 años, es por ahora el único sospechoso en el caso. No hizo declaraciones.
Las mujeres, halladas vivas, soportaron 10 años de cautiverio en una casa sucia donde se las violaba y sólo se les permitía salir disfrazadas a un garaje a pocos metros de distancia, según los investigadores.
Aunque siguen sin aclararse muchas incógnitas sobre cómo Castro mantuvo un control tan rígido sobre las mujeres durante tantos años antes de que una de ellas lograra finalmente escapar el lunes y alertar a la policía, los horrores que sufrieron han comenzado a salir a la luz pública.
La policía dijo que al parecer las mujeres eran atadas con cuerdas y cadenas de vez en cuando y eran mantenidas en habitaciones diferentes. Padecieron prolongados acosos sexuales y psicológicos y sufrieron abortos, según un concejal municipal.
Castro fue acusado de cuatro cargos de secuestro —tanto por las cautivas como por la hija que tuvo una de ellas— y tres cargos de violación, que implican a las tres mujeres.