El encuentro entre secretario general de la Onu, Anrónio Guterres, y el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, fue el segundo en poco más de un mes, después de la reunión que mantuvieron el pasado 19 de julio, también en la sede central de Naciones Unidas.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha pedido a la organización que medie en un diálogo para tratar de buscar una salida a las protestas en contra de su Gobierno, pero la ONU por ahora no ha dado una respuesta pública.

«Cuando tengamos algo que anunciar, lo anunciaremos», dijo hoy el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, preguntado sobre ese posible papel de mediación durante su conferencia de prensa diaria.

Dujarric insistió en que el mensaje de Naciones Unidas sigue centrándose en la «necesidad de una solución políticamente inclusiva a la crisis y de una solución que no deje a nadie atrás».

Moncada, por su parte, prefirió no responder a las preguntas de los periodistas y se limitó a señalar que su encuentro con Guterres fue «muy bien, una excelente reunión».

Cuestionado por la marcha de las conversaciones, el titular nicaragüense de Exteriores apuntó que estas van «muy bien, conversando».

Desde abril pasado, miles de nicaragüenses han salido a las calles a protestar contra Ortega en el marco de una crisis que ha dejado entre 322 y 448 muertos, según organismos humanitarios internacionales y locales, mientras el Gobierno reconoce 198 fallecidos y denuncia un intento de golpe de Estado.

En un principio, la iglesia católica se encargó de mediar el diálogo nacional entre el gobierno y la oposición, Alianza Cívica, sin embargo, debido a las amenazas y violencia que recibieron los miembros del clérigo, las conversaciones fueron suspendidas. Recientemente la Conferencia Episcopal de Nicaragüa anunció que retomaría los diálogos tan pronto las partes estuvieran dispuestas a hacerlo también.

El mes pasado, la ONU consideró que el numero de muertos es «totalmente inaceptable». «Hay una cosa evidente, el número de muertes es chocante y hay un uso letal de la fuerza por parte de entidades ligadas al Estado que no es aceptable», dijo entonces Guterres en una conferencia de prensa durante un viaje a Costa Rica.

La organización dijo a finales de julio que estaba estudiando asumir un posible papel de mediación, pero por ahora no ha anunciado ninguna decisión al respecto.