Washington.- Charles Ramsey estaba comiendo una hamburguesa cuando escuchó los gritos de una de las tres mujeres secuestradas durante una década en una casa cercana a la suya en Cleveland y acudió a ayudarla. Ahora se ha convertido en un héroe, en una estrella mediática y en un icono inesperado.
Ramsey, un afroamericano que trabaja como lavaplatos en un restaurante en el área de Cleveland, llevaba un año viviendo en el barrio donde Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight fueron halladas el lunes tras una década sin noticias de ellas.
Fue él quien respondió a los gritos desesperados de Amanda Berry, que cargaba también a una niña de 6 años que tuvo durante su cautiverio, rompió a patadas parte de la puerta de la casa donde Ariel Castro, su vecino, las mantenía secuestradas.
Después ayudó a Berry a llamar por teléfono a la policía y, según explicó en una entrevista con la cadena de televisión CNN, estuvo con ella cuando «la imbécil» que atendió la llamada al número de emergencia 911 colgó antes de que llegara el coche patrulla pese a los gritos de desesperación y miedo de la víctima.