Un cohete de SpaceX explotó este jueves sin dejar heridos durante una prueba rutinaria en su plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, en el sureste de Estados Unidos, confirmó la empresa espacial privada.

SpaceX realizaba pruebas para el lanzamiento el sábado del satélite de comunicaciones Amos-6 de la compañía israelí Spacecom, que sería utilizada por Facebook para proveer acceso a internet a África subsahariana.

Una declaración de Phil Larson, portavoz de SpaceX, sugiere que el satélite se perdió en las explosiones. Contactados por la AFP, ejecutivos de Spacecom no confirmaron por el momento este daño.

«SpaceX puede confirmar que, en las preparaciones para la (prueba) de fuego estático de hoy, hubo una anomalía en la plataforma que resultó en la pérdida de su vehículo y su carga», dijo Larson a la AFP.

«La plataforma fue desalojada y no hubo heridos», añadió.

La serie de explosiones tuvo lugar poco después de las 09:00 de la mañana (hora local) en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral (CCAFS, en inglés), próxima al Centro Espacial Kennedy en el centro de Florida.

Por el momento no había más detalles de parte de la agencia aeroespacial Nasa, de la Fuerza Aérea ni de SpaceX, una empresa californiana propiedad del magnate Elon Musk.

Imágenes de televisión mostraban una densa columna de humo negro que se elevaba desde las instalaciones del CCAFS y vecinos dijeron a medios locales haber escuchado múltiples explosiones durante varios minutos.

«No hay ninguna amenaza para el público general por el catastrófico aborto de la prueba de fuego estático en la plataforma de lanzamiento de SpaceX en Cabo Cañaveral», tuiteó la oficina de gestión de emergencias del condado de Brevard.

Es un gran contratiempo para Elon Musk, que intenta recuperar la confiabilidad de su compañía después de la explosión de un cohete Falcon en junio de 2015, dos minutos después de despegar con una cápsula Dragon, cuya carga se perdió totalmente.

SpaceX está haciendo pruebas, algunas de ellas exitosas, para hacer aterrizar su cohete luego de las misiones en el espacio. Poder reutilizar estos cohetes significa un gran ahorro en la industria aeroespacial privada.

Desde que la Nasa jubiló su flota de transportadores, depende de empresas privadas para transportar astronautas y carga a la Estación Espacial Internacional.

Los dos grandes competidores de SpaceX son la estadounidense United Launch Alliances, socio de Lockheed Martin y de Boeing, y la francesa Arianespace, líder mundial en lanzamiento de satélites comerciales, que cuenta con cerca del 50% del mercado.