Israel bombardeó el viernes el sur y el centro de la Franja de Gaza, al tiempo que Egipto se prepara para recibir a una delegación del movimiento islamista Hamás para discutir nuevas propuestas para detener la guerra en el asediado territorio palestino.

Fuentes cercanas a Hamás afirman que el plan egipcio en tres fases prevé un alto al fuego renovable, una liberación escalonada de rehenes a cambio de prisioneros palestinos en Israel y, por último, el fin de la guerra.

Mientras tanto, el ejército israelí dijo que envió brigadas adicionales a Jan Yunis, ciudad natal del líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, y donde periodistas de AFP reportaron intensos ataques aéreos y de artillería. Bombardeos israelíes cerca del hospital Al Amal en Jan Yunis dejaron 41 muertos los últimos dos días, informó la Media Luna Roja palestina el jueves.

“Las misiones que realizan nuestras fuerzas en Jan Yunis no tienen precedentes”, aseguró el jueves el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, añadiendo que están “tomando control de salas y eliminando terroristas”.

La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que otros 100.000 desplazados llegaron los últimos días a la abarrotada Rafah, tras la intensificación de los combates alrededor de Deir al Balah y Jan Yunis.

La guerra en Gaza, que comenzó con los ataques de Hamás del 7 de octubre contra Israel, dejó gran parte del norte del territorio en ruinas, al tiempo que los combates se extienden al sur. Israel prometió destruir a Hamás en represalia por el ataque, que dejó unos 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes. Unos 250 rehenes fueron tomados en el ataque y alrededor de la mitad continúan en cautiverio.

La intensa ofensiva aérea y terrestre de Israel ha dejado al menos 21.507 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el último balance del Ministerio de Salud de Hamás, en el poder en Gaza.

A su vez, el ejército israelí indicó que 168 de sus soldados murieron en la guerra contra este movimiento islamista, calificado como grupo “terrorista” por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.

Poca comida, “muy cara”

Más de 80% de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados, según la ONU, y viven hacinados en albergues o en carpas improvisadas alrededor de Rafah. Desde que Israel impuso un asedio total a Gaza el 9 de octubre, los habitantes sufren una carencia de comida, agua, combustible y medicamento, aliviada esporádicamente por las caravanas humanitarias que ingresan principalmente desde Egipto.

La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) afirmó el viernes que el ejército israelí disparó contra uno de sus convoyes de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza el jueves, sin causar víctimas.

El viernes por la mañana, residentes y desplazados en Rafah se agolparon en un mercado para comprar alimentos, como fruta fresca, huevos y carne, transportados en camión la noche anterior desde Egipto.

“Es la primera vez que entran en Gaza huevos y algunos tipos de fruta procedentes de Egipto”, afirmó el vendedor Muntasser al Shaer. “En los mercados faltan todo tipo de frutas, hay algunos tipos de verduras, pero son muy caras”, añadió.

“Completo retiro militar”

El viernes por la mañana, el responsable de la ayuda humanitaria de la ONU Martin Griffiths denunció en la red social X (anteriormente Twitter) “una situación imposible para la población de Gaza y para quienes intentan ayudarles”.

“¿Creen que es fácil llevar ayuda a Gaza? Piénsenlo otra vez”, escribió.

Un funcionario de Hamás dijo a AFP en condición de anonimato que la delegación que tiene previsto llegar el viernes a El Cairo daría la respuesta de las facciones palestinas, “incluidas varias observaciones” sobre la propuesta egipcia, presentada recientemente a funcionarios de este movimiento islamista y de otro grupo armado de Gaza, la Yihad Islámica. Hamás buscará además “garantías para un completo retiro militar israelí” de Gaza, según el funcionario.

La propuesta también prevé un gobierno palestino de tecnócratas tras sostener conversaciones en las que participen “todas las facciones palestinas” para gobernar y reconstruir el territorio en la posguerra.

Diaa Rashwan, jefe de los Servicios de Información de Egipto, indicó que el plan “pretende reunir los puntos de vista de todas las partes involucradas, con la meta de terminar el derrame de sangre palestina”.

La guerra en Gaza también intensificó las tensiones entre Israel y su eterno enemigo, Irán, que apoya a grupos armados en todo el Medio Oriente. Desde que estalló el conflicto, Israel ha intercambiado intensos disparos transfronterizos con el Hezbolá libanés, respaldado por Irán.

El viernes declaró que su ejército atacó “infraestructuras de Hezbolá en el sur del Líbano” tras recibir informes de disparos de cohetes procedentes de esa zona.