Las sospechas de la ciudadanía española sobre la llegada de los rebrotes se cumplieron más pronto de lo esperado. Para finales de junio, algunas comunidades autónomas ya evidenciaban pequeñas apariciones del virus en puntos específicos como mercados, fábricas y residencias de ancianos, luego de que la curva fuera aplanada y llegara a 40 casos en 24 horas pocos días antes. Ahora, casi tres meses después del inicio de la desescalada, los nuevos contagios superan el millar, y la gente empieza a temer una segunda ola de Covid 19, así como un nuevo confinamiento en medio de la etapa más cruda del verano europeo.

Hasta la fecha, hablar de Cataluña se ha convertido en la actividad favorita de los medios españoles, sobre todo después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunciara el pasado 28 de julio que la comunidad volvería al encierro si las cifras no mejoraban en los siguientes 10 días, luego de que los casos diarios rondaran los 100 o 200 en total debido a los rebrotes en la zona metropolitana de Barcelona, así como los municipios de Gavá, Castelldefels y la región del Segrià, entre otros.

Como medidas de contención de la reaparición del virus, se impuso el uso obligatorio de mascarilla en espacios públicos, aún si es posible mantener la distancia social, así como el cierre de bares a la medianoche y la clausura total de los locales de ocio nocturno hasta disminuir la transmisión del virus que, al parecer, ya sería comunitaria en la zona, de acuerdo con información de medios locales.

Sin embargo, el drama que vive España actualmente no comenzó en Cataluña propiamente, pues uno de los primeros rebrotes en identificarse se presentó en Málaga, ciudad de la comunidad de Andalucía, luego de que se contaran alrededor de 106 casos en su Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED), que fue identificado como foco de los contagios el pasado 23 de junio.

En cuanto a lo que vienen siendo las medidas de contención, se ha seguido la línea de lo pautado por la junta de Andalucía, como la obligatoriedad de la mascarilla, tal como se ha hecho en casi todos los territorios de España. No obstante, la respuesta de la gente ha sido preocupante en algunos casos

“Sobre el pulso en la calle, la gente aquí se la pela. Ha sido todo igual, pero también es cierto que ha sido muy aislado. Ha sido en un centro de acogida, y de ahí parece que no ha salido, pero tampoco hay mucha más información en torno a eso, y después no ha surgido otro rebrote fuerte en lo que viene siendo la provincia. En Andalucía si que fue el más potente sin contar el de una discoteca en Córdoba por una fiesta de graduación clandestina que ascendió a más de 80 casos”, comentó Adán Díaz, estudiante universitario oriundo de Málaga.

Sin embargo, no ha sido la zona con el escenario más grave hasta la fecha, pues la comunidad de Aragón se ha convertido en el epicentro de los rebrotes en España durante el último mes, concentrando más de 400 casos diarios en promedio y abarcando hasta 36% de los contagios diarios que reporta el Ministerio de Sanidad. Debido a ello, algunos pueblos han empezado a realizar pruebas masivas, principalmente a la gente joven, teniendo en cuenta que la edad media de contagios cayó de 60 años a 37,5.

“Justo este fin de semana se avisó de que se habían realizado pruebas a gente joven del pueblo que tuvieron contacto con un chico que había dado positivo, y la verdad que se nos avisó muy pronto a todos los habitantes del pueblo de lo que estaba pasando y se tomaron las medidas necesarias muy rápido”, dijo Paula Tomás, estudiante de periodismo proveniente de Teruel, zona situada al sur de Aragón.

En ese sentido, la estudiante confesó sentirse tranquila en cuanto a la situación en su pueblo, que calificó de bastante buena en comparación a otras zonas como Zaragoza, que es donde más casos se registran día a día. “Sinceramente pienso que allí no se están tomando las suficientes medidas porqué, en mi opinión, la situación es bastante preocupante con 300 y 400 contagios diarios. Zaragoza capital, así como otras comarcas de Aragón (Bajo Cinca, Bajo Aragón, Caspe y Monegros) se encuentran ahora mismo en una nueva fase 2, aunque esto ya se decidió hace días y la situación no está mucho mejor”, agregó.

Ahora, Aragón, Cataluña y Madrid tienen hasta dos tercios del total de contagios, según cifras del Ministerio de Sanidad, al ser las únicas que superan el centenar de nuevos casos por día hasta el momento. De hecho, uno de los principales problemas que los ciudadanos españoles resaltan en medio de los rebrotes es la mala comunicación con Barcelona y la capital, sobre todo en sitios como Murcia, que fue la última comunidad autónoma en España en registrar la entrada del virus al inicio de la pandemia.

“Paradójicamente, la comunidad que tan poca incidencia tuvo en la primera ola es una de las que lidera los datos actuales. Fue en un vuelo de repatriación desde Bolivia, donde una pareja infectada de coronavirus volvió a situarnos sobre el mapa de la enfermedad. Un buen sistema de rastreo y una cuarentena estricta le habría puesto fin a un problema que no para de crecer”, afirmó José Antonio Salmerón, oriundo de Murcia e investigador predoctoral en matemáticas por la Universidad Carlos III de Madrid.

Asociado a este brote, se han visto casos en bares, discotecas y reuniones familiares que, incluso, han causado el reconfinamiento de una población entera, cuando el municipio de Totana entró a fase 1 el pasado 23 de julio, decisión que a la fecha se mantiene y en donde la totalidad de su población, que supera los 30.000 habitantes, vuelve a las franjas horarias para salidas indispensables cuyo único alivio son las terrazas a 50% de aforo.

Según Daniel Canovás, economista y consultor tecnológico, tanto el rebrote de Totana como otro en Atalayas, una zona de ocio nocturno de la ciudad de Murcia, provienen de bares nocturnos y discotecas. Por eso, la comunidad tomó la decisión de cerrar estos locales. “Además de estos rebrotes relacionados con el ocio nocturno, también se está estudiando ahora a un número grande de personas infectadas que han llegado en patera y se encuentran en un hospital en Cartagena, así como los municipios de Lorca y Mazarrón por el aumento de casos”, agregó.

Unidos a estos casos, los últimos datos del Ministerio de Sanidad indicaron que hay más de 400 brotes activos por todo el territorio, complicando comunidades como el País Vasco. Si bien aún tiene controladas las líneas de transmisión del Covid 19, llegó a 88 casos diarios a finales de mes, ubicándose como la cuarta con más contagios en un día. A pesar de ello, Félix Montero, máster en Comunicación Política de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y habitante de Bilbao, destacó que el número reproductivo básico, que representa la totalidad de gente a la que contagia una persona infectada, está en 1,06, que es una cifra “bastante buena”.

A su vez, resaltó que “se hacen 7.000 PCR (siglas en inglés de “Reacción en Cadena de la Polimersa”) diarias y muchos tests, siendo la comunidad que mejor sigue las líneas de transmisión del virus, que inició en Ordizia antes de las elecciones, se traspasó a la frontera entre Vizcaya y Guipúzcoa, y ahora esta esparcido por la comunidad”.

Al mismo tiempo, Montero considero clave las medidas tomadas en la comunidad, que incluyeron el cierre de bares a la 1:30 a.m., de gran importancia en los pueblos del País Vasco, pues dichos establecimientos “hacen de discoteca hasta las 6:00 a.m”.

Sin embargo, expresó su preocupación en torno a la negociación interna del fondo europeo aprobado el pasado 21 de julio. “Si el País Vasco tiene marco fiscal propio, debe hablar con Sánchez para debatir dentro del régimen que se quiere hacer con ese dinero. Lo que no puede ser es que Euskadi tenga el trato de otra comunidad autónoma cuando tiene hacienda propia, y habrá que debatir a donde va ese dinero, cómo se usa y por qué, para luego hacerlo con el resto de presidentes autónomos”, añadió.

Dicho tema, unido a la situación actual de España, que ha llevado a naciones como Alemania y Reino Unido a recomendar a su población abstenerse de viajar al país ibérico, será debatido en una reunión entre el presidente Pedro Sánchez y los gobernantes autonómicos. A dicho encuentro no asistirán ni Torra ni el mandatario del País Vasco, Iñigo Urkullu, quien exigió al jefe de gobierno una fecha para reunir a la Comisión Mixta del Concierto Económico, donde “debe establecerse la capacidad de endeudamiento y el nivel de déficit” de su comunidad.

La reunión, pactada para el 31 de julio, será la prueba de fuego para demostrar si la unidad que Sánchez reclamaba para salvar “vidas, empresas y empleos” le ayuda a recuperar el rumbo de un país que se ha convertido en el foco de atención de un continente temeroso por regresar a los momentos más oscuros del virus. A la espera de una vacuna, la población espera respuestas claras, a la vez que se muestra reacia a volver al encierro luego de dos meses de nueva normalidad a la que no están dispuestos a renunciar.