Leonid Volkov, opositor ruso exiliado y aliado del disidente fallecido Alexéi Navalni, sufrió el martes un violento ataque frente a su domicilio en la capital de Lituania, donde se había exiliado hace cinco años. Volkov, de 43 años, es una de las figuras más prominentes de la oposición rusa, pues fue jefe de gabinete de Navalni y presidente hasta 2023 de la fundación anticorrupción fundada por el principal opositor del presidente Vladimir Putin.

Casi un mes después del fallecimiento de Navalni en una prisión en el Ártico, donde cumplía una pena de 19 años de cárcel, su lugarteniente sufrió un ataque en Vilna, que lo llevó al hospital. El disidente aseguró que un hombre lo golpeó “unas 15 veces” con un objeto contundente y que sufrió una fractura del brazo. “Me quisieron transformar en una milanesa”, publicó el opositor en Telegram, celebrando estar todavía “con vida”.

Durante la noche, la exportavoz de Navalni, Kira Yarmish, señaló que Volkov fue atacado en el coche “frente a su casa”. En la red social X, escribió: “Alguien rompió la ventanilla de un automóvil y le roció gas lacrimógeno en los ojos, tras lo cual el atacante comenzó a golpear a Leonid con un martillo”.

Un portavoz de la Policía lituana, Ramunas Matonis, confirmó a la AFP que un ciudadano ruso fue atacado frente a su domicilio en Vilna alrededor de las 22H00 (20H00 GMT), pero señaló que todavía no habían podido identificar a ningún sospechoso.

“No nos rendiremos”: Leonid Volkov

En imágenes publicadas en la red social X, la esposa de Volkov, Anna Biriukova, mostró las heridas sufridas por el opositor: un ojo morado, una marca roja en la frente y sangre en una de sus piernas. Conducido a urgencias de un hospital, Volkov pudo finalmente regresar a su domicilio. “Estamos en casa. Leonid tiene el brazo roto y todavía no puede caminar”, publicó su cónyuge.

Volkov aseguró el miércoles que el asalto era “típico” del modus operandi de los hombres del presidente Vladimir Putin y advirtió que esta agresión no lo va a amedrentar. “Vamos a trabajar y no nos rendiremos”, escribió en Telegram.

El canciller lituano, Gabrielius Landsbergis, dijo que las noticias de la agresión “son estremecedoras” y aseguró que sus “autores tendrán que responder por su crimen”. Miembro de la OTAN y de la Unión Europea, Lituania acoge a muchos exiliados rusos y ha apoyado firmemente a Ucrania desde el inicio de la invasión de Rusia.

Miedo a morir en el exilio

El ataque tomó lugar casi un mes después de la muerte de Navalni y días antes de las elecciones presidenciales, en las que se espera un nuevo triunfo de Putin para otro mandato de seis años.

Esta misma semana, Volkov volvió a acusar al presidente ruso de ser responsable del deceso de Navalni: “Putin lo mató, y a muchas otras personas antes de eso”, aseguró el lunes. Horas antes de su agresión, el opositor admitió frente al medio ruso independiente Meduza que estaba inquieto por su seguridad desde la muerte de su aliado: “El principal riesgo ahora es que nos maten a todos. Eso es bastante obvio”.

Como otros aliados de Navalni, Volkov se exilió en 2019 tras la apertura por parte de las autoridades rusas de una investigación criminal contra la fundación anticorrupción del opositor. Desde 2021, Moscú lo investiga por su papel en la organización de manifestaciones contra el Kremlin. Tras la muerte del principal opositor de Putin, Volkov pidió a sus partidarios que “no se desanimen. Es lo que él espera de nosotros ahora”.