Los Cardenales de San Luis, el equipo que nunca se amilanó, se consagraron campeones de la Serie Mundial por décima primera vez en su historia al vencer 6-2 a los Rangers de Texas.

En el primer séptimo juego en una Serie Mundial desde 2002, Chris Carpenter exhibió su casta al lanzar seis entradas para los Cardenales con tres días de descanso. Además, los inesperados héroes David Freese y Allen Craig volvieron a ser fundamentales con sus bates.

Craig conectó un jonrón que le dio la ventaja definitiva a San Luis en el tercer episodio y Freese bateó un doble remolcador de dos carreras que sirvió para borrar de inmediato una ventaja madrugadora de Texas, que pagó muy caro el descontrol de sus lanzadores.

Dirigidos por Tony La Russa, los Cardenales festejaron otra corona más y la primera desde 2006. También se consolidaron como el segundo equipo con más títulos de las Grandes Ligas, sólo detrás de los 27 de los Yanquis de Nueva York.

Una noche después de sobrevivir tras encontrarse dos veces a un strike de quedar eliminado, San Luis se convirtió en el 19no conjunto en la historia que voltea una desventaja 3-2 en el Clásico de Otoño para consagrarse.

Fue un triste desenlace para los Rangers, el primer equipo que sucumbe en dos clásicos consecutivos desde Atlanta en 1991-92.

Los Cardenales, en cambio, se convirtieron en el quinto wild card en proclamarse campeón y el primero desde los Medias Rojas de Boston de 2004