El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, hizo un llamado a una acción urgenteante representantes de casi 200 países, durante la ceremonia de apertura de la IV Conferencia sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil.

«Las metas no pueden ser más claras y tampoco la incómoda realidad de que si no hacemos más y mejor no lo vamos a conseguir, así que, en lugar de buscar excusas, trabajemos en nuestras acciones«, afirmó Ryder.

El evento, al que asisten casi mil personas, reunirá hasta el jueves a empresas, fundaciones y gobiernos de 193 países para buscar reducir las cifras actuales que indican que hay 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil y 25 millones de personas en situación de trabajo forzoso, incluidos 5.7 millones de niños.

El director añadió que, desde la primera conferencia, celebrada en Noruega en el año 1.997, el trabajo infantil ha disminuido en un estimado de 100 millones de niños en el mundo. Sin embargo, todavía al menos “1 de cada 10” niños trabaja y, de ellos, casi la mitad realiza trabajos peligrosos.

En el encuentro, Ryder pidió que Buenos Aires fuese “el lugar en el que la comunidad internacional finalmente decida hacer todo para acabar con abusos que no tienen sitio en ninguno de nuestros países y no tolerar más lo intolerable”.

Por su parte, el Premio Nobel de Paz 2014, Kailash Satyarthi, quien hizo presencia en la conferencia, declaró que «el trabajo infantil agrícola no ha sido abordado adecuadamente”.

En tanto, el Papa Francisco envió una carta en la que pidió “diálogo, creatividad y vigor” para encontrar caminos que lleven al desarrollo sostenible.

La conferencia debatirá hasta este jueves sobre trabajo infantil, trabajo forzoso y empleo joven en numerosos talleres y charlas donde participarán representantes gubernamentales, sindicales, empresarios y de la sociedad civil.

En Colombia más de 869.000 menores que se dedican a trabajar en vez de asistir a la escuela

El pasado 12 de junio, el país celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil con una reducción de 1,3% en la tasa de ocurrencia de este fenómeno, que para el cuarto trimestre de 2016 se ubicó en 7,8%, frente al 9,1% reportado en 2015. Aunque, si bien, se trata de una importante reducción, el problema persiste.

Al respecto, Iván Daniel Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, explicó que “es necesario hacer un cambio cultural, pues todavía hay familias que no le ven problema a que sus hijos trabajen. Además, hay menores que se dejan seducir por los ingresos que reciben y descuidan el estudio. Por eso hay que conocer los determinantes del trabajo infantil para poder implementar políticas para erradicarlo”.

Según el estudio desarrollado en dicha universidad, la principal razón por la cual un menor trabaja es porque debe participar en la actividad económica de la familia, una situación que aplica para 331.000 menores. La segunda razón por la que trabajan, el caso de 317.000 jóvenes, es porque les gusta tener su propio dinero.