Según el testamento del magnate sueco Alfred Nobel, creador de los premios, para el Nobel de Paz se pueden designar catedráticos en Derecho, Historia, Ciencias Políticas, parlamentarios, antiguos laureados o miembros de tribunales internacionales, entre otros.

Solo si quienes proponen una candidatura la hacen pública se puede conocer la identidad de los nominados, ya que el Comité Nobel Noruego únicamente publica el número total de aspirantes, pero no confirma los nombres hasta cincuenta años después.

Este año, según datos oficiales, hay 329 candidatos, de los cuales 217 son de individuos y el resto a organizaciones. Es la segunda cifra más alta de nominados en la historia del galardón. Sólo lo supera 2016, cuando fueron nominados 376 candidatos. El año pasado el premio fue para la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), que ganó por alertar sobre “las consecuencias catastróficas humanitarias” de los arsenales atómicos. Hasta ahora 104 personas y 27 grupos u organizaciones han recibido el galardón.

Los favoritos

Además de una nominación falsa de Donald Trump para el galardón, este año los favoritos se enfocan en los esfuerzos de paz en la península coreana y contra el abuso sexual y la violencia. Este año se cumplen diez años de la Resolución 1820 del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconoció el uso de violencia sexual como una táctica y un arma de guerra. Asimismo, movimientos como #MeToo han revelado un abuso sexual que había permanecido oculto. Los dos muestran que el mundo se levanta contra el estigma social de violencia sexual.

Por eso los nombres que más suenan son los del presidente surcoreano, Moon Jae-in, por sus esfuerzos para rebajar la tensión con Corea del Norte.

Tanto el famoso cirujano congoleño Denis Mukwege como la yazidí Nadia Murad expusieron la violencia sexual que ocurre durante conflictos armados, además de Tarana Burke, activista estadounidense que inició la campaña del MeToo.

Mukwege es médico, fundador y director del hospital Panzi de Bukavu, en la República Democrática del Congo, especializado en la asistencia a mujeres y niñas. El experto ha tratado a miles de mujeres que han sufrido daño físico debido a violación o violencia sexual y les realiza operaciones quirúrgicas.

Murad es una de las miles de mujeres yazidís secuestradas por el Estado Islámico como esclavas. Después de experimentar todo, ella se hizo una defensora internacional contra la violencia sexual durante conflictos.

Tarana Burke, activista estadunidense por los derechos civiles, inició la campaña #MeToo y si reconocieran su trabajo con el premio Nobel de Paz, enfatizaría la amenaza de violencia sexual a la seguridad humana en países sin conflicto.

También hay una desigualdad en relación con los premios Nobel, pues aunque son conocidos como los premios más prestigiosos en el mundo, cada año hay muy pocas mujeres nominadas.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, destacó que el presidente estadounidense, Donald Trump, debería ganar el premio por sus esfuerzos en aras de la reconciliación en la península coreana y por haberle tendido la mano al dirigente norcoreano Kim Jong Un.

El corredor inglés de apuestas Coral metió como los favoritos a Kim Jong Un y Moon Jae-in, seguidos por Trump y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). La casa de apuestas Ladbrokes dice que las probabilidades están así: ACNUR con 10-1, Angela Merkel con 16-1, el papa Francisco con 16-1 e incluso Vladimir Putin con las probabilidades de 20-1.