Luis Suárez anotó un gol importante para Uruguay en el empate 2-2 de visitante ante Colombia el martes, para mantenerse entre los punteros de la eliminatoria, pero es también un tanto especial para él, que igualó al argentino Hernán Crespo como máximo anotador en la historia de estos certámenes.

La definición del segundo gol que ponía en ventaja parcial a Uruguay ante el difícil conjunto ‘cafetero’ fue magistral.

Tras un cabezazo de Christian Stuani que derivó la pelota al área colombiana Suárez fue por el balón, pero en lugar de tratar de ganarle la posición al zaguero Oscar Murillo, se anticipó a la trayectoria de la pelota, que superó su rival. Lo superó escapándosele por la espalda, y quedó dueño del esférico.

Casi sin ángulo, cruzado abajo desde la derecha, Suárez la mandó a guardar contra el palo del meta David Ospina que poco podía hacer.

Un gol valioso para Uruguay, con condimento especial para ‘el pistolero’.

A los 29 años, con este tanto en la calurosa Barranquilla, Suárez igualaba el récord de anotaciones en eliminatorias del argentino Crespo, con 19 unidades cada uno.

La perspectiva claro, es que el jugador ‘charrúa’ se convierta en goleador histórico, por su gran capacidad anotadora pero sobre todo porque tiene muchos partidos por delante para adueñarse de ese récord.

¿Será que Barranquilla le sonríe al mejor atacante celeste? Suárez debutó en el equipo de primera división de su querido Nacional de Montevideo, precisamente en un partido de Copa Libertadores en 2005 frente al Junior de esa localidad colombiana.

¿Hasta dónde?

Carismático, polémico, siempre explosivo, las tribunas se paran cuando toma la pelota porque es capaz de armar una jugada en el espacio que ocupa una baldosa. Su potencia física fuera de lo común y una gran capacidad de entender el juego, lo hacen uno de los mejores delanteros del mundo.

No en vano integra el famoso ‘tridente’ ofensivo del Barcelona de España, junto al argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar.

Su devoción por la selección la demuestra jugando, y también fuera de la cancha, como cuando -lesionado y en recuperación- tuvo que quedarse en el banco celeste en el partido de la Copa América Centenario en Estados Unidos que ponía fin al sueño copero del equipo dirigido por Oscar Tabárez.

Al saber que no ingresaría después de calentar, Suárez tomó el banco de la zona técnica a golpes y la frustración se leía en su cara.

Nadie olvidará la mordida que propinó al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil 2014, que le valió nueve fechas de suspensión por parte de la FIFA, un castigo que buscó ser ejemplarizante para un jugador que había tenido ya varios episodios complicados a lo largo de su carrera.

Pero las polémicas no opacan su brillantez a la hora de pisar la cancha. Las busca todas, las quiere todas. No da ningún balón por perdido y además habilita toda vez que puede a sus compañeros, ya que en ausencia de Diego Forlán, ha asumido un papel de creador en la zona delantera celeste que permitió además a Edinson Cavani, su colega del PSG francés, jugar en su puesto habitual de frente al arco.

Al terminar el partido en Barranquilla, antes de ingresar a vestuarios, Suárez habló con la televisión uruguaya.

«Se rescata un punto más que importante contra uno de los rivales directos» en la pelea por la punta, analizó sobre el empate 2-2 conseguido luego de que Colombia igualara el juego.

Confesó que se sentía algo cansado. Hay «acumulación de cansancio, mucho partido, mucho viaje», dijo. Pero no dejo pasar la oportunidad de mandarle un mensaje a la parcialidad uruguaya: «Lo importante es entregar todo por esta selección».

Una frase que tal vez lo defina más que cualquier otra y que junto con su juego, lo tiene en la cima de la consideración popular en su país.

Uruguay quedó segundo en las eliminatorias con 20 puntos, superado por uno por Brasil, que le ganó a Venezuela 2-0.

El próximo partido, en noviembre, tendrá a los celestes frente an Ecuador. Y Suárez estará allí para mostrar lo que sabe, esta vez en casa, frente a su público.