Las mujeres en Arabia Saudita, la primera potencia petrolera del mundo y “guardián de los lugares santos del islam”, tienen un estricto código de comportamiento que limita varias de las actividades cotidianas.

Esto porque este país aplica estrictamente la ley islámica, que señala entre otras cosas, que una mujer no puede estar en la calle sin un acompañamiento masculino. Tampoco pueden trabajar, viajar, consultar al médico, abrir una cuenta de ahorros sin conocimiento del marido o tener una cédula de identidad o pasaporte”.

Sin embargo, desde 2013, Aziza al Yousseff, una profesora jubilada ha adelantado varias protestas para exigir, por ejemplo, el derecho a conducir. Entonces, cerca de 60 mujeres desafiaron la prohibición y se pusieron detrás de un volante. Religiosos señalaron que “manejar era perjudicial para los ovarios”.

Yousseff no ha bajado los ánimos en su lucha para lograr la igualdad en varios aspectos. Ella, junto con otros activistas, están impulsando desde hace 20 meses una petición dirigida al rey Salmán para prohibir el sistema de tutela de los hombres sobre las mujeres. Cerca de 15.000 personas firmaron, una cifra importante en Arabia Saudita.

Los impulsores de esta iniciativa reclaman que las 10 millones de mujeres del reino sean tratadas como “ciudadanos de pleno derecho” y que se fije “una edad para la mayoría de las mujeres a partir de la cual sean adultas y responsables de sus propios actos”, dijo Al Yousseff.

Esta profesora universitaria jubilada agregó que había intentado en vano el lunes entregar al gabinete real la petición que finalmente transmitirá por mail.

El tutor, un hijo

El tutor es en principio el padre o el marido, pero también puede ser un hermano, un hijo o un sobrino. Los activistas señalan que incluso una exprisionera debe tener un tutor cuando es liberada, lo que significa que si una detenida puede permanecer en prisión si su tutor se rehúsa a recibirla.

“Sufrimos por este sistema de tutela”, declaró Nasima al Sadah, una activista de la provincia Oriental.

Yousseff explicó que la petición se aceleró luego de la publicación de un informe de Human Rights Watch (HRW). “El sistema de tutela masculina en Arabia Saudita es la principal traba a los derechos de las mujeres en este país, a pesar de las reformas limitadas de la última década”, advirtió la organización de defensa de los derechos humanos.

“Basta de humillación (…), quiero mi libertad”, escribió una internauta en un tuit. Las militantes señalan que obtener la autorización de un tutor abierto no plantea problemas pero la dificultad es que debe dar su acuerdo por escrito. “Es una directiva del gobierno”, en vigor desde hace unos treinta años, lamentó Sadah.

Desempleo de 33,8%

Para los activistas, poner fin al sistema de tutela ayudaría a las sauditas a trabajar, en momentos en que el reino intenta reforzar el empleo de las mujeres. “Esto no se puede hacer con la mitad de la población paralizada”, según Yousseff.

En abril, el vicepríncipe heredero saudí, Mohamed Ben Salman, anunció un ambicioso plan titulado “Visión 2030”para diversificar la economía y reducir la dependencia del petróleo.

En virtud del Programa de Transformación nacional que fija objetivos para la instauración de “Visión 2030”, la parte de mujeres en el mercado laboral debería pasar de 23% a 28% en 2020.

La tasa de desempleo de las mujeres sauditas aumentó el año pasado a 33,8%, según las estadísticas citadas por la firma Jadwa Investment. En marzo de 2014 un grupo de militantes sauditas lanzaron una iniciativa similar. Habían reclamado en una petición al Majlis al Shura, el consejo consultivo, actuar para promulgar un código de estatuto personal e informar sobre las bodas de menores, el repudio y el hostigamiento sexual.