Médicos sin Fronteras (MSF) denunció que alrededor de 100.000 personas continúan atrapadas en el norte de Siria en una región fronteriza con Turquía, debido a la guerra civil que asuela Siria.

«En torno a 100.000 personas continúan atrapadas entre la línea de combate del Estado Islámico, la frontera turca y (la región siria) de Afrin», aseguró la Organización en su cuenta oficial de Twitter.

Afrin es un enclave kurdo situado en el norte de la provincia siria de Alepo y fronterizo con Turquía.

A mediados de mes, la ONG siria con sede en Londres, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ya informó de que unos 2.600 civiles desplazados habían llegado en las últimas horas a la zona de Afrín.

Los desplazados provenían en su mayoría de la ciudad de Alepo y de áreas al norte, al sur y al este de esa localidad, aunque también los había originarios de la provincia de Al Raqa, feudo principal del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria.

Entonces, el Observatorio advirtió de que los civiles estaban siendo acogidos en refugios e improvisados campos de desplazados, aunque algunos se estaban quedando en casas de familiares en Afrín.

Esta región es uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria y está bajo el control de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en sus siglas en kurdo), la más importante milicia kurda del país árabe.

Las hostilidades que todavía continúan en la localidad de Alepo y su periferia, pese a los esfuerzos internacionales para detenerlas, han empujado a miles de civiles a huir.

Las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones rebeldes islámicas y al Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, dentro de la población y en zonas al norte y al sur.

Por otro lado, el ejército sirio y sus aliados combaten contra el EI en el este de Alepo, mientras que las organizaciones insurgentes lo hacen en pueblos del norte, cerca de la frontera con Turquía.