El presidente iraní, Hasan Rohaní, ha comenzado su segundo mandato incumpliendo una de sus promesas al presentar un nuevo Gobierno casi plenamente masculino, salvo por el nombramiento hoy de dos vicepresidentas y una asesora.

Pese a que durante la campaña electoral y tras ser reelegido en mayo pasado aseguró un hueco a las mujeres en su futuro Gobierno, finalmente su propuesta -que debe ser todavía ratificada por el Parlamento- no ha satisfecho las expectativas.

Los ministros son todos hombres, mientras que las mujeres han tenido que conformarse una vez más con ocupar dos vicepresidencias y una asesoría.

La hasta ahora vicepresidenta y directora de la Organización de Medio Ambiente, Masumeh Ebtekar, pasa a ostentar el mismo cargo pero en Asuntos de la Mujer y la Familia, según el decreto publicado hoy por la Presidencia iraní.

Por su parte, la catedrática de Derecho en la Universidad de Teherán Laya Joneidi ha sido designada vicepresidenta para Asuntos Legales, y Shahindojt Molaverdí, asesora del presidente para los derechos de la ciudadanía.

Molaverdí, que actualmente es la vicepresidenta para Asuntos de la Mujer, dijo en mayo pasado que la idea de Rohaní era incluir a dos o tres mujeres entre las 18 carteras.

Parece que las reticencias de los conservadores han llevado al mandatario a cambiar de idea y optar solo por mujeres para el cargo de vicepresidenta y asesora, que no requieren la aprobación del Parlamento.

Esta decisión implica un retroceso respecto al Ejecutivo anterior, en el que Rohaní contó con tres vicepresidentas y una asesora.

Según la catedrática y activista reformista iraní Fateme Aslanzadeh, la propuesta de Rohaní «lamentablemente resta confianza a las mujeres y fortalece la visión de que son solo decorativas y un gancho electoral».

Aslanzadeh dijo a Efe que el presidente debería «revisar» su discurso durante la campaña electoral, cuando insistió en que las mujeres son una oportunidad para la sociedad iraní y no una amenaza.

«Incluso si nos fijamos en los puntos de vista del imán Jomeiní o del actual líder (Ali Jameneí), vemos que ellos dan importancia a la implicación de las mujeres en la toma de decisiones del país», subrayó.

No se espera que Rohaní designe a más vicepresidentas o que, de ser rechazado por el Parlamento alguno de los ministros propuestos, vaya a presentar a una mujer como alternativa, pese a que hace unos días más de 150 diputados abogaron por ello en una misiva.

Desde la Revolución Islámica de 1979, solo una mujer, Marzieh Dastyerdi, ha ocupado un puesto ministerial, y fue paradójicamente durante el segundo mandato del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad (2009-2013).

El Gobierno presentado por Rohaní consta solo de ocho ministros nuevos, en las carteras de Defensa, Información y Comunicación, Economía y Hacienda, Educación, Justicia, Industria, Cultura y Energía.

Entre ellos destacan el general de brigada Amir Hatamí, actual viceministro de Defensa y comandante del Ejército, como titular de Defensa, y Masud Karbasian, propuesto para encabezar el Ministerio de Economía y Hacienda.

Siguen en el cargo, salvo que el Parlamento diga lo contrario, figuras clave como los ministros de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif; Interior, Abdolreza Rahmaní Fazlí; Inteligencia, Mahmud Alaví; y Petróleo, Biyan Zangané.

Rohaní, quien fue investido para un segundo mandato el pasado sábado, también ha decidido confiar de nuevo en Eshaq Yahanguiri como primer vicepresidente.

Su propuesta choca, además, con otra de sus promesas, que era rejuvenecer el Ejecutivo. Con una media de edad cercana a los 60 años, solo el titular de Información, Mohamad Yavad Yahromí, es menor de 40.

Está previsto que el próximo día 15 los diputados comiencen a debatir sobre los ministros propuestos y Rohaní defienda ante el Parlamento su elección.

El presidente ha insistido en que va a continuar en su segundo mandato con su programa de moderación y apertura al mundo, pero también tendrá que satisfacer las demandas de los sectores más reformistas.

Estos sectores, que desempeñaron un papel determinante en su reelección, piden más igualdad y libertades, así como el fin del arresto domiciliario de los líderes del Movimiento Verde.