El Senado estadounidense suspendió este martes por tiempo indeterminado la audiencia de confirmación de Ronny Jackson, el médico militar nominado por el presidente Donald Trump para ser Secretario de los Veteranos, un nombramiento que queda al borde del hundimiento. A principios de abril, el presidente lo había nominado para el cargo tras anunciar la salida de David Shulkin.

El contraalmirante Jackson, médico personal de Trump, quedó envuelto en denuncias de distribución de medicamentos controlados en la Marina y en la Casa Blanca y problemas de alcoholismo, además del consenso generalizado sobre su falta de experiencia.

Los dos máximos responsables por la Comisión de Asuntos de los Veteranos en el Senado emitieron una nota conjunta donde anunciaron la decisión de postergar por tiempo indefinido la audiencia en la que tenían que pronunciarse sobre la nominación de Jackson «a la luz de nueva información que nos fue presentada».

Poco después, el propio presidente Trump pareció sugerir que Jackson podría retirar su nombre para evitar se humillado en una audiencia pública.

«Si yo fuese él… el hecho es que yo no lo haría», dijo Trump. «¿Para qué precisa de eso, sufrir abusos en manos de un grupo de políticos que no tiene una buena imagen de nuestro país?», se preguntó.

De acuerdo con Trump, ante las nuevas denuncias y las resistencias a Jackson por su falta de experiencia, la expectativa es que la audiencia sea un espectáculo degradante.

«No quisiera poner un hombre ante un proceso como ese. Es demasiado feo y demasiado asqueroso. Pero veremos qué ocurre», comentó.

No obstante, Trump dijo que la decisión de mantenerse en carrera para ser confirmado en el puesto o retirarse de la disputa es una decisión que cabrá exclusivamente a Jackson. «Yo siempre estaré de su lado», dijo.

Trump había provocado miradas de genuina sorpresa al escoger a Jackson, de 50 años y su médico de cabecera en la Casa Blanca, para conducir el Departamento de los Veteranos.

Ese departamento es el segundo mayor ministerio del gobierno estadounidense, con nada menos que 308.000 empleados, superado únicamente por el Departamento de Defensa, que emplea a más de 750.000 personas.

Responsable por el tratamiento de los veteranos de las Fuerzas Armadas, el departamento tiene un presupuesto de 186.000 millones de dólares.

Antes de ese sorprendente nombramiento, el contralmirante había adquirido notoriedad nacional como médico cuando, al fin de una serie de exámenes de rutina, atribuyó la «excelente» salud de Trump a sus genes, comentario que generó desconcierto en Washington.

Trump, dijo Jackson en ese momento, «tiene genes increíbles y es esa la forma en que Dios lo ha hecho».