Panamá condenó los actos de violencia a nivel global cometidos en Kuwait, Francia y Túnez, y extendió sus condolencias al pueblo y Gobierno de estos países «afectados en las últimas horas por ataques terroristas».

El Estado panameño, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, hizo un llamado «al respeto de los derechos humanos, a la paz y a la seguridad internacional, que siguen siendo vulnerados por la intolerancia religiosa y cultural de distintos grupos alrededor del mundo».

«Como un país amante de la paz y promotor de los derechos humanos, rechazamos enérgicamente todo acto de violencia y hacemos un llamado al más estricto cumplimiento de los principios y las normas del derecho internacional», indicó la Cancillería panameña.

Panamá también exhortó a la comunidad internacional a no desistir en los esfuerzos de alcanzar una «reacción global» de prevención del terrorismo, con el compromiso de «lograr un desarrollo inclusivo, íntimamente ligado con la paz y la seguridad mundial».

Al menos 37 personas murieron en un ataque en la localidad turística tunecina de Susa, el mismo día que en Kuwait se produjo un atentado suicida contra una mezquita chií que dejó al menos 25 fallecidos.

Además, en el sureste de Francia, un hombre apareció decapitado a la entrada de una fábrica en la que se produjo una explosión por la colisión de un vehículo contra varias bombonas de gas.