El presidente Barack Obama afirmó este jueves que su visita a Hiroshima, la ciudad japonesa devastada en 1945 por una bomba atómica estadounidense, se proponía poner de relieve los «riesgos reales» de las armas nucleares.

«Quiero subrayar una vez más los riesgos muy reales que existen y el sentido de urgencia que todos debemos tener», dijo a los reporteros en Japón, donde se lleva a cabo una cumbre del G7.

Los jefes de Estado o de gobierno de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá y Japón están reunidos durante dos días en Ise-Shima, en el centro del archipiélago.

Tras la cumbre, dedicada a la economía mundial, Obama efectuará el viernes la primera visita de un presidente estadounidense en ejercicio a la ciudad de Hiroshima.

Los ataques nucleares estadounidenses del 6 de agosto de 1945 sobre Hiroshima (140.000 muertos), y tres días más tarde sobre Nagasaki (74.000 muertos), precipitaron la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

«El lanzamiento de esa bomba atómica supuso un giro en la historia moderna», declaró Obama en una rueda de prensa. «Es algo que debemos encarar todos de una manera u otra».

Las armas nucleares «ya no están tan presentes en nuestras mentes como durante la Guerra Fría», pero la posibilidad de un «suceso nuclear permanece latente en nuestra imaginación», dijo.