Al menos 282.283 personas han muerto, de las que 81.436 eran civiles, desde el inicio del conflicto en Siria a mediados de marzo de 2011, según los datos publicados este jueves por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG precisó que entre los civiles fallecidos hay 14.040 menores y 9.106 mujeres.

En el bando de los opositores al Gobierno de Damasco, hubo 45.986 bajas de combatientes de facciones rebeldes, islámicas y de las Fuerzas de Siria Democrática, una alianza armada kurdo-árabe; así como 2.582 de desertores del régimen.

Además, al menos 47.095 milicianos extranjeros del Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda, del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y de otras organizaciones extremistas, como los Soldados de Al Aqsa o el Ejército Islámico de Turkmenistán, han perdido la vida desde el comienzo de la contienda.

En las filas del régimen hubo un total de 101.662 muertos: 56.609 miembros de las fuerzas regulares, 39.221 guerrilleros de milicias progubernamentales sirias, 1.247 combatientes del grupo chií libanés Hizbulá y 4.585 milicianos chiíes de otras nacionalidades.

A estas víctimas mortales se suman 3.522 personas de identidad desconocida.

El Observatorio destacó que ha conseguido confirmar a través de fuentes dentro de los servicios del orden, especialmente de la Inteligencia Aérea y de la Seguridad del Estado, que al menos 60.000 personas perecieron en prisiones gubernamentales por torturas o por falta de comida y medicinas.

La ONG señaló que su recuento no incluye a los 50.000 secuestrados por el EI, ni a los 6.000 prisioneros y desaparecidos de las fuerzas del régimen ni a los 2.000 raptados por facciones islámicas, el EI o el Frente al Nusra, acusados de colaborar con las autoridades.

Aparte de los fallecidos, estos más de cinco años de guerra han causado más de dos millones de heridos y once millones de desplazados internos y refugiados en otros países.