Grupos de intervención especial, puestos de mando en cada etapa y 12 policías por equipo: Con el marco de una amenaza terrorista la seguridad del Tour de Francia será «máxima», según las autoridades, y movilizará a 23.000 agentes entre policías y gendarmes.
«Al final estamos preparados», subraya la organización, recordando que el plan de seguridad del gobierno fue presentado al detalle -algo inhabitual- por el ministro del Interior Bernard Cazeneuve el 24 de mayo.
«Todo el mundo comprende que este año el Tour de Francia se desarrollará en un contexto particular», dijo entonces el ministro, acerca del riesgo terrorista a un nivel «muy elevado», ocho meses después de los atentados de París en los que murieron 130 personas el 13 de noviembre.
Con este panorama «al menos» 23.000 policías y gendarmes se movilizarán, muchos más que de costumbre en una prueba convertida en un desafío por la seguridad en las carreteras, el malestar social y los imprevistos que aparecen cada año.
Debido al riesgo terrorista, por primera vez los agentes del grupo de intervención especial (GIGN), unidad de élite de la gendarmería, estarán preparados para «intervenir en cualquier momento en caso de necesidad».
El gobierno recordó también el plan antiterrorista puesto en marcha recientemente es capaz de hacer operacionales a las fuerzas del orden en el tiempo más corto posible.
Además 12 policías acompañarán a cada equipo durante la carrera y un puesto de mando se creará en cada llegada, gestionado por las prefecturas.
«Teniendo en cuenta las características excepcionales de este evento, que dura un mes y se disputa en 3.500 kilómetros de recorrido, nuestro objetivo consiste en asegurar de manera óptima la seguridad de los corredores y del público, sin alterar su dimensión festiva», declaró Cazeneuve el 24 de mayo, cuando compareció al lado del director del Tour Christian Prudhomme.
«Este objetivo no es nuevo, se remonta al origen mismo de la carrera en 1903», añadió.
El Tour, según las autoridades, «es el primer espectáculo popular gratuito que se ofrece cada año a los franceses y a los turistas», seguido por entre 10 y 12 millones de espectadores, según la organización.
Además es el tercer evento deportivo mundial, emitido por televisión en 190 países, con 3.500 millones de telespectadores y cubierto por 2.000 periodistas.
Estas cifras son recordadas en la página de internet del ministerio de Interior que escribió en Tiwtter hace unos días: «Cuando no es la Eurocopa, es la bicicleta».
Una manera de decir que las fuerzas del orden no economizarán esfuerzos, en una época complicada entre la Eurocopa, los conflictos sociales en Francia y la Grande Boucle.