Bolivia pidió el martes a la OEA que audite los comicios del domingo, cuyo conteo rápido tiende a confirmar la reelección del presidente Evo Morales en primera vuelta, lo que desencadenó protestas en el país, críticas en el exterior y la convocatoria a una reunión extraordinaria del organismo continental.

En una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, Bolivia está «solicitando que, a la brevedad posible, pueda establecer una comisión que haga una auditoría a todo el proceso de cómputo oficial de los votos de las elecciones del 20 de octubre», dijo Pary en rueda de prensa.

«Nos interesa como gobierno que todo el proceso tenga la transparencia necesaria», insistió. 

Se trata de que la OEA «pueda elaborar una auditoría oficial del proceso electoral en curso, es decir que pueda verificar, que pueda auditar todo el proceso de conteo oficial», abundó.

El anuncio del canciller sigue a una convocatoria de la OEA a una sesión extraordinaria de su Consejo Permanente el miércoles sobre Bolivia, donde la cuestionada ventaja del presidente Evo Morales en los comicios en que busca un cuarto mandato consecutivo generó violentas protestas.

Los cuestionamientos radican en que dos días después de los comicios no culmina el conteo rápido TREP, que la noche del domingo anticipó un balotaje y tras una inexplicable paralización de 20 horas se reanudó mostrando un «cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia», augurando la reelección de Morales en primera vuelta, denunciaron los observadores de la OEA. 

El mandatario, en el poder desde 2006, evitaría el balotaje si obtiene en primera ronda más del 50% de los votos válidos o 40% con al menos una ventaja de 10 puntos sobre el segundo.

En el TREP, Morales recibe 46,4% y el expresidente Carlos Mesa 37,07%, con 95,63% de las actas. Este sistema por teléfono sirve para orientar sobre la tendencia del cómputo oficial definitivo, pero no tiene carácter oficial.

Mientras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) avanzaba este martes en el cómputo oficial al 83,87% de los votos válidos, en los que Morales estaba adelante con 43,64%, seguido de Mesa con 40,01%.