Un juez federal el viernes bloqueó temporalmente la política del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, siglas en inglés) de detener a madres y niños centroamericanos que, huyendo de la violencia en sus países, buscan asilo en Estados Unidos.

En una decisión descrita en un documento de 40 páginas, el juez James E. Boasberg de la corte federal del Distrito de Columbia, dictaminó que la práctica de mantener detenidos por semanas y hasta meses a mujeres y niños que buscan la protección del asilo probablemente es ilegal y que “causa un daño irreparable” a estas madres y niños.

La acción llega dos meses después que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés), presentó una demanda en la que argumentó que se estaban realizando las detenciones como parte de una estrategia para desalentar a potenciales inmigrantes centroamericanos a cruzar la frontera para solicitar asilo.

Tras una inmigración masiva de mujeres y niños de Honduras, Guatemala, and El Salvador durante el verano del año pasado, la administración de Obama comenzó a mantener a mujeres y niños que eran detenidos en la frontera y solicitaban asilo en centros de ICE en Texas, en vez de dejarlos en libertad bajo fianza mientras examinaban sus casos y esperaban sus audiencias de asilo, como hacía antes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

La demanda de ACLU se presentó basado en el caso de 10 mujeres que huyeron de sus países con sus hijos menores, pero que fueron detenidas al entrar ilegalmente a los Estados Unidos.

Posteriormente, cada una de estas mujeres logró demostrar “miedo creíble” de persecución en sus países de origen, el primer paso para continuar un caso de asilo.

La acción del juez Boasberg es una medida preliminar, ya que la polémica política de detención debe ser examinada en su totalidad en una audiencia judicial formal.