El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reelecto el 6 de noviembre, gobernará sin tener que recurrir a alianzas con la oposición, pues su partido tendrá 63 de los 92 escaños del Congreso, según el recuento oficial publicado este miércoles.

El Consejo Supremo Electoral (CSE), que proclamó el martes oficialmente reelecto a Ortega, precisó que de 90 curules disputados en los recientes comicios, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) ganó 62, y los opositores derechistas Partido Liberal Independiente (PLI) 26 y Partido Liberal Constitucionalista (PLC) dos.

Por disposición constitucional, de las dos bancas restantes, una debe ser ocupada por el candidato presidencial que quedó en segundo lugar en los comicios -en este caso el empresario Fabio Gadea, líder del PLI-, y la otra por el mandatario saliente, en este caso el propio Ortega, que por haber resultado reelecto, su banca podría ser ocupada por el ex vicepresidente Jaime Morales.

La oposición todavía no acepta los resultados de las votaciones porque alega que hubo fraude y se debate entre ocupar los curules obtenidos en el Congreso o rechazarlos para no legitimar las elecciones y mantener su denuncia.

El ex presidente Arnoldo Alemán (1997-2002), ex candidato presidencial y líder del PLC, desconoce los resultados electorales pero dejó a decisión «personal» de los dos diputados electos de su partido «si asumen o no los escaños».

El parlamento será controlado por un solo partido por primera vez desde 1990, lo que despierta inquietud en sectores políticos y económicos.