La historia del submarino Titán, cuyos restos fueron rescatados a 3.800 metros de profundidad en el Atlántico Norte, está lejos de tener un fin. Aunque se conoció que el sumergible de OceanGate implosionó mientras se aventuraba para ver las ruinas del Titanic, un nuevo capítulo empezará a escribirse desde los gabinetes de las oficinas estatales de EE. UU. y Canadá.

La Guardia Costera estadounidense anunció este domingo una investigación oficial para descubrir las causas de la implosión que sufrió el sumergible Titán. En una conferencia de prensa, el contraalmirante John Mauger explicó que la entidad ha convocado oficialmente una junta de investigación marina sobre la pérdida del sumergible.

La Guardia dijo que formó una junta de investigación marina (MBI), su mayor nivel de investigación por esta tragedia en el Atlántico norte que atrajo la atención mundial.

“Mi objetivo principal es evitar un incidente similar haciendo las recomendaciones necesarias para mejorar la seguridad del dominio marítimo en todo el mundo”, dijo Jason Neubauer, jefe de investigación de la Guardia Costera y líder de esta pesquisa.

“El MBI ya está en su fase inicial de recolección de pruebas, incluyendo operaciones de rescate de escombros en el lugar del incidente”, agregó.

Esta junta intentará responder al por qué de la tragedia y tendrá la potestad de hacer recomendaciones a las autoridades competentes sobre la imposición de sanciones civiles o penales.

El pasado 23 de junio la Guardia Costera declaró lo sucedido como “un siniestro marítimo importante” y decidió iniciar “el nivel más alto de investigación que lleva a cabo la Guardia Costera”, explicó.

El MBI, precisó Neubauer, se encuentra actualmente en su “fase inicial de recopilación de pruebas”, con la recuperación de restos de la implosión en coordinación con las autoridades canadienses.

El pasado viernes Canadá informó del inicio de una investigación del accidente del sumergible Titán.

La investigación será realizada por la Oficina de Seguridad del Transporte de Canadá (TSB), que está encargada de indagar todos los accidentes de transporte que se producen en el país o que afectan a vehículos y embarcaciones canadienses.

Después de la recopilación de pruebas, precisó Neubauer, se llevará a cabo una “audiencia formal” pública para recopilar testimonios de testigos adicionales para determinar la causa de este siniestro marítimo.

Tras esto se emitirá un informe final que será compartido con las autoridades marítimas nacionales e internacionales para “ayudar a mejorar” el marco de seguridad de las operaciones con sumergibles, afirmó.

A través de un comunicado, la empresa que Pelagic Research Services, dueña del vehículo dirigido por control remoto (ROV) que encontró el pasado jueves los restos, confirmó que hasta el momento se han realizado cuatro inmersiones.

“Seguimos trabajando incansablemente en nuestro papel de apoyo de esta misión”, apuntó Ed Cassano, director general de Pelagic Research Services.

Titan fue reportado como desaparecido el domingo pasado y la Guardia Costera dijo el jueves que las cinco personas a bordo del sumergible habían muerto después de que el barco sufriera una “catastrófica implosión”. En el submarino viajaba el millonario empresario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo Suleman, estudiante de 19 años; el explorador británico Hamish Harding; el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de la firma OceanGate, Stockton Rush

Un campo de escombros fue hallado en el fondo del mar, a 500 metros de la proa del Titanic, que se encuentra a casi 4 km de la superficie del océano y a unos 600 km de la costa de Terranova, Canadá.

El buque de carga Polar Prince, con bandera canadiense, remolcó el Titan hacia el mar el pasado fin de semana, pero perdió contacto con él una hora y 45 minutos después de que el sumergible se lanzó a las profundidades del océano.

El anuncio de la implosión puso fin a una operación multinacional de búsqueda y rescate que captó la atención del mundo desde que la embarcación turística desapareció.