A los funcionarios responsables del contraterrorismo en Washington les preocupa cada vez más que el brazo regional más peligroso de Al Qaida esté tratando de producir una ricina venenosa mortal, que se colocaría alrededor de explosivos pequeños para usarlos en ataques contra Estados Unidos.

Durante más de un año, según informes secretos de inteligencia, la organización afiliada a Al Qaida en Yemen ha hecho esfuerzos para adquirir grandes cantidades de semillas de ricino, usadas para producir la ricina que es una toxina pulverulenta blanca que es tan letal que una sola mota puede matar si se inhala o llega al torrente sanguíneo.

Funcionarios de inteligencia dicen que han recopilado evidencia de que agentes de Al Qaida están tratando de mover semillas de ricino y agentes procesadores hacia un escondite en la provincia de Shabwa, en una de las accidentadas zonas tribales controladas por los insurgentes en Yemen. Los funcionarios dicen que la evidencia apunta a una serie de esfuerzos para preparar secretamente lotes del veneno, empacarlos alrededor de pequeños explosivos para después tratar de hacerlos estallar en espacios delimitados, como un centro comercial, un aeropuerto o una estación del metro.

Se informó sobre la amenaza primero al presidente Barack Obama y sus altos asesores en seguridad nacional el año pasado, y han recibido actualizaciones periódicas desde entonces, dijeron altos asesores. Funcionarios estadounidenses dicen que no hay indicios de que sea inminente un ataque con ricina, y algunos expertos dicen que la afiliada de Al Qaida aún batalla con su desplazamiento como un arma efectiva.

Estos funcionarios también notan que la utilidad de la ricina como un arma es limitada porque pierde su potencia en condiciones secas y soleadas, y, a diferencia de muchos agentes nerviosos, la piel no la absorbe con facilidad. Yemen es un país caliente y árido, lo que representa un reto adicional para los extremistas que tratan de producir la ricina ahí.

Sin embargo, altos funcionarios estadounidenses dicen que rastrean detenidamente la posibilidad de una amenaza dada la capacidad demostrada de la afiliada yemení para concebir conspiraciones, incluidas algunas frustradas apenas en el último minuto: una bomba cosida en la ropa interior de un nigeriano a bordo de un vuelo comercial con destino a Detroit en diciembre del 2009, y cartuchos para impresora llenos de explosivos potentes en un cargamento que iba a Chicago 10 meses después.

Diversos funcionarios gubernamentales han declarado que disminuyó la amenaza de un ataque importante de la principal dirigencia de Al Qaida en Pakistán tras la muerte de Osama bin Laden en mayo, además del incremento en los asaltos con aviones teledirigidos contra blancos de Al Qaida en las zonas tribales de Pakistán en los últimos tres años, realizados por la CIA.