. Legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. afirmaron que están listos, con un «ejército» de voluntarios, para ayudar a más de un millón de estudiantes indocumentados que a partir del 15 de agosto podrán solicitar la suspensión de su deportación y permisos de trabajo.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitirá «pronto» las normas para solicitar una suspensión de los trámites de deportación para poco más de un millón de estudiantes indocumentados, como lo ordenó el presidente Barack Obama el pasado 15 de junio.

«La guía oficial saldrá del Departamento de Seguridad Nacional mañana o en los próximos días, y delineará el papeleo, los cobros, todos los detalles que la gente necesita para inscribirse.

Los «dreamers» son los estudiantes indocumentados que podrían beneficiarse de esa legislación y, en los próximos meses, de la directriz anunciada por Obama. Esa suspensión no les confiere un estatus legal -el Congreso tendría que aprobarlo- pero les permite conseguir un permiso de trabajo, licencia de conducir, la posibilidad de continuar sus estudios y, ante todo, vivir sin miedo, dijeron los congresistas.

En ese sentido, el presidente del Caucus o grupo de legisladores hispanos del Congreso, Charles B. González, enfatizó que ninguno de los posibles beneficiarios «corre peligro», y les aconsejó cautela contra quienes quieran cobrarles miles de dólares por el proceso.

 

Las organizaciones pro-inmigrantes, como el Movimiento para una Reforma Migratoria Justa (FIRM, en inglés), preparan talleres en al menos 17 ciudades para educar a la comunidad inmigrante sobre el proceso y ofrecer ayuda gratuita con las solicitudes.

El proceso será «muy similar» al que EE.UU. utiliza para el programa de TPS, que da alivio temporal a indocumentados que huyen de conflictos civiles o desastres naturales en sus países.

Según el Centro de Política Migratoria (IPC, en inglés), la nueva directriz beneficiará potencialmente a un universo de al menos 1,3 millones de estudiantes «sin papeles», principalmente en estados con fuerte presencia de inmigrantes.

Así, la mayoría de éstos se encuentra en California (412.560), Texas (226.700), Florida (85.750), Nueva York (70.170), Illinois (67.460) y Arizona (53.880), en ese orden, según un desglosado en la página web de IPC, www.immigrationpolicy.org.

Bajo esta directriz, el Gobierno suspenderá la deportación durante dos años a estudiantes indocumentados de hasta 31 años de edad, que llegaron a EE.UU. antes de cumplir los 16, llevan al menos cinco años de residencia en el país, y no tienen antecedentes penales.

Estos tendrán que presentar huellas digitales y otros datos biométricos, y pruebas de su llegada al país, y de que cursaron la secundaria o su equivalente, entre otros requisitos.

Desde el anuncio de junio, las autoridades han suspendido la deportación de más de mil estudiantes que estaban en proceso de expulsión.

Aún si un estudiante indocumentado es arrestado, las autoridades tienen instrucciones de dejarlo en libertad si cumple con los requisitos para permanecer en el país con el alivio temporal.

Los legisladores reiteraron su compromiso de continuar trabajando por la aprobación del «Dream Act», aprobado por la Cámara baja en noviembre de 2010 pero que fue bloqueado en el Senado al mes siguiente